Aramburu revive la tragedia de la escuela de Ortuella en su nueva novela, «El niño»

Julio Arrieta BILBAO / COLPISA

CULTURA

El sello Tusquets publicará el 3 de abril la novela «El niño», nueva entrega de la serie de Fernando Aramburu «Gentes vascas», conformada hasta ahora por el libro de cuentos «Los peces de la amargura» (2006) y las novelas «Años lentos» (2012) e «Hijos de la fábula» (2023).
El sello Tusquets publicará el 3 de abril la novela «El niño», nueva entrega de la serie de Fernando Aramburu «Gentes vascas», conformada hasta ahora por el libro de cuentos «Los peces de la amargura» (2006) y las novelas «Años lentos» (2012) e «Hijos de la fábula» (2023).

El escritor indaga en la huella de dolor que dejó en 1980 la muerte de cincuenta niños por una explosión de gas

31 ene 2024 . Actualizado a las 22:26 h.

El 23 de octubre de 1980 era un día laborable como cualquier otro que en Ortuella dejó de serlo para convertirse en el peor de los infiernos cuando apenas faltaba un minuto para el mediodía. Una explosión descomunal hizo temblar la localidad. Eran los años de plomo y lo primero que vino a la mente de la gente sobresaltada fue la idea de un atentado. Pero no. Parte del colegio público Marcelino Ugalde había reventado. Una explosión accidental de gas propano mató a 50 niños de 5 y 6 años, y a tres adultos. Los pequeños acababan de regresar del recreo. Nadie puede estar preparado para algo así. Este drama colectivo, con cuyos efectos y recuerdo la localidad minera ha aprendido a convivir durante más de 40 años, es el fondo de la nueva novela de Fernando Aramburu, El niño, que publicará Tusquets el 3 de abril.

«La tragedia de Ortuella ha ocupado desde que se produjo un lugar preferente en mi memoria —explica Aramburu (San Sebastián, 1959)—, las veces que di vueltas a la idea de abordar aquel terrible suceso con ayuda de la literatura». «El género de la novela me ofreció finalmente una forma de llevar a cabo el proyecto, siempre desde un respeto que constituyese un homenaje a las personas afectadas», apunta el autor de Patria (2016, Premio Nacional de Narrativa). «Lo que he hecho ha sido reflejar aquel infortunio colectivo en un puñado de personajes. Cada uno de ellos lo vive a su manera. Cada uno desarrolla su particular estrategia vital para superarlo, si es que tal cosa es posible».

El niño parte de la vida devastada de los miembros de una familia y de sus intentos por sobreponerse. Nicasio, un jubilado, acostumbra a subir todos los jueves al cementerio de la localidad a visitar la tumba de su nieto, una escena que los vecinos de Ortuella han visto —cuando no vivido en carne propia— durante años protagonizada por madres, padres, familiares y conocidos de los pequeños fallecidos. Todos eran alumnos de 1.º de EGB, los benjamines del colegio. Bajo sus pies se había ido acumulando una bolsa de gas que estalló cuando un fontanero prendió su soplete para realizar una reparación. «Por las andanzas del abuelo, una figura que se agranda hasta hacerse imborrable, por el testimonio de la madre años después, por la crónica objetiva de lo que le ocurrió a la familia, descubriremos cómo aquella tragedia devastadora sacó a relucir aspectos inesperados y trastornó para siempre sus vidas», avanza la editorial.