Estrenado en 1971 y convertido en filme en 1978, el musical llega en marzo al teatro Colón de A Coruña enganchando «a los hijos de los que no habían nacido cuando se estrenó»
15 feb 2024 . Actualizado a las 10:05 h.Desde su irrupción en los setenta como fenómeno juvenil, no hay generación sin su momento Grease. El amor y desamor de Danny Zuko y Sandy Olsson lleva manteniendo el idilio con el público desde su estreno como musical en Chicago en 1971, por parte de la Kingston Mines Theatre Company. Entonces no se trataba de un espectáculo de corte familiar como el que llegará a Galicia en marzo (Teatro Colón de A Coruña, del 4 al 7). Al contrario, capturaba con lenguaje obsceno y provocador el ambiente pandillero ligado al origen del rock n'roll de los años cincuenta del pasado siglo. Su edulcoramiento se produjo en 1972. Reescrito por Jim Jacobs y Warren Casey, aterrizó en el Eden Theatre de Nueva York para mantenerse en el circuito de Broadway durante ocho años.
Fue esa versión la que encarriló el salto al cine con Grease (1978), película dirigida por Randal Kleiser y protagonizado por John Travolta y Olivia Newton-John. Plasmó en celuloide una historia convertida con el paso del tiempo en un clásico eterno de la cultura pop. Lo demuestra el hecho de que, 53 años después de aquellas primeras funciones en Chicago, los siete pases que se podrán ver en A Coruña apuntan claramente al cartel de «todo vendido». Esta circunstancia trasciende a la nostalgia de quienes sintieron el clic con el estreno de la película. «Gusta ya a la generación de los hijos de los que no habían nacido cuando salió Grease», resume David Serrano, el director del musical. De hecho, sobre las tablas, lo interpretará un elenco de actores que aún gateaban cuando Grease sumaba tres décadas de triunfos.
Quique Niza interpreta a Danny Zuko. Entró en el musical cuando tenía 16 años. «Recuerdo bailar Greased Lightnin' en la típica función de final de curso», dice el artista. Una vez superado el casting, tuvo que hacer «un trabajo de investigación, con todos los actores que hicieron de Danny Zuko, que son unos cuantos». Subraya que hay algo novedoso esta vez. A diferencia de lo que ocurría en el filme, ellos lucen una juventud acorde con la historia. En la película, Olivia Newton-John tenía 29 años y Travolta, 23. Stockard Channing —la actriz que dio vida al personaje de Rizzo— llegaba a los 33. Esta versión empezó con un elenco adolescente que ahora miran como mucho a los 20 años. «Es la primera vez que pasa. Los Grease siempre se hicieron con actores mayores, y era hora de que fueran de la edad de la historia», expresa Niza.
Ahí radica uno de los alicientes de una versión que no se sale del guion. «La historia es la que es. Te permites alguna licencia para que sea más divertida y rápida. Además, a los productores del musical americano no les importa que tiremos más a la película, que es lo que la gente más conoce», explica el director, que considera que Grease es un hito sin parangón: «Es el gran musical de los últimos 50 años. Un fenómeno absolutamente único tanto en ese terreno como en el cine, porque creo que es la única película que va pasando de generación en generación desde hace 46 años y va gustando a las nuevas igual que a las anteriores».
¿En qué radica el secreto de ese idilio permanente? «La de Grease es una historia con la que, al final, todo el mundo puede sentirse identificado», opina Niza. Amores de verano. Inseguridades camufladas con arrogancia. El deseo de encajar en un instituto. Amistades eternas que conocen la traición. Excesos juveniles a escondidas de los padres. «Son cosas que, en mayor o menor medida, nos han pasado a todos y hacen que el espectador conecte muy fácilmente», añade el actor. Pero, además de ello, aparece la música. «Unas canciones que son únicas y maravillosas», opina Serrano, que recalca también la construcción de los personajes, «especialmente los femeninos, muy bien definidos».
El espectáculo que llega a Galicia lleva tres años constatando el amor que el público siente por él. «Venimos de hacer siete semanas en Valencia con llenos en todas las funciones», indica Serrano, quien ya mira al futuro. Ese en el que los nietos de los que no habían nacido cuando se estrenó Grease en los cines españoles refrendarán la adoración perenne hacia un musical. El que lleva 53 años manteniendo su vigencia sin mostrar ninguna arruga.