Una muestra inaugurada en A Coruña reúne dibujos de sus obras gallegas
27 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Un dibujo de un capitel naturalista y otro de una ciudad moderna abren la exposición Antonio Palacios. El rumor de la historia, el ruido del tiempo. Dibujos de arquitecturas externas a Madrid, inaugurada este lunes en A Coruña. El clasicismo y la naturaleza, pero también una metrópoli atravesada por automóviles. «El rumor de sus saberes, de la historia, y el ruido de un tiempo empeñado en cambiar el mundo», descifró José L. Varela Alén, comisario de la muestra promovida por el Colegio de Arquitectos de Madrid, junto con Ricardo Sánchez Lampreave.
Al calor del 150.º aniversario del nacimiento de Antonio Palacios Ramilo (O Porriño, 1874-Madrid, 1945), el montaje, compuesto por 220 dibujos y 180 documentos, despliega decenas de plantas, alzados, croquis y bocetos que le sirvieron al autor del Círculo de Bellas Artes de Madrid para proyectar sus obras en Galicia. Tanto los dibujos a mano como los más delineados evidencian la maestría del arquitecto y el hilo que conecta el pensamiento y la mano. «Proyectaba dibujando. Antes trabajaban así», explicaba un arquitecto.
No se encuentran aquí las obras que hicieron del «poblachón manchego que era Madrid en la primera década del siglo XX la capital del reino, las que llevaron a Valle a afirmar que de hacer una revolución habría que plantarle fuego a aquellos edificios monumentales, porque en ellos residía el poder de la ciudad», tal y como ilustró este lunes el edil coruñés Francisco Dinís García.
La exposición, visitada en Madrid por 35.000 personas, explica el Teatro García Barbón de Vigo, la Fuente de A Gándara de Mondariz, el Concello do Porriño o sus celebrados proyectos urbanísticos para Ourense, Santiago y Vigo —este a través de una maqueta espléndida—, en los que abría grandes avenidas con galerías comerciales imponentes, a la manera de Viena o París. Deudor de los historicismos, más de Violet le Duc que de Ruskin, ecléctico, «neobarroco, neogótico, neotodo» —apuntó el arquitecto Santiago González—, en un tiempo en que Le Corbusier y Mies van der Rohe enunciaban la modernidad, Palacios fue, por ello, denostado durante décadas. «Sus espacios son modernos, habló de la vivienda mínima, planteó intervenir en los centros históricos. Fue un grandísimo arquitecto. Encontró un vacío y lo ocupó», resumió otro arquitecto presente.