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Íñigo Quintero: «El éxito de "Si no estás" me superó totalmente y no lo pasé nada bien»

Javier Becerra
javier becerra REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Íñigo Quintero
Íñigo Quintero

Un año después de ser número uno mundial en Spotify, el artista gallego hace balance de todo lo vivido con una gira en el horizonte

24 oct 2024 . Actualizado a las 13:50 h.

En octubre del 2023, Taylor Swift, la artista más grande del pop contemporáneo, se vio obligada a buscar en Google el nombre de Íñigo Quintero. Se trataba del gallego que le había arrebatado el número 1 mundial en la plataforma Spotify. «Yo creo que lo hizo, por la noche, ahí rayada, pensando quién era este chaval», se ríe. Coruñés del 2001, había logrado la gesta con Si no estás, una canción de pop pulcro que lo convirtió en cuestión de días en una estrella internacional.

—Viaje al 23 de octubre del 2023, el día en que se colocó de número uno. ¿Qué sintió?

—Una emoción enorme. Una cosa así no esperas que te vaya a pasar en la vida. Realmente, no me lo acababa de creer. Pero actualizaba ahí la página y era real. Es tanta la sorpresa que no sabes muy bien lo que pensar. Hasta que transcurre el tiempo y ves realmente que ocurrió de verdad.

—¿Qué tiene la canción para lograr un resultado así?

—No sé, me lo preguntan mucho. Es cierto que, al principio, como hubo todo ese debate respecto a de qué iba, de la letra que no se sabía de qué hablaba, creo le dio un interés extra. Es algo muy sentimental, y la gente la interpretó de muchas maneras diferentes.

—La canción habla de la pérdida de la fe en Dios, ¿no?

—Sí. Bueno, no de la pérdida de la fe concretamente, pero sí de la fe y de Dios.

—¿Usted es muy religioso?

—Sí, soy cristiano.

—En un panorama dominado por las músicas urbanas hipersexualizadas aparece con un pop limpio y hablando de Dios. ¿Es un artista que va a contracorriente?

—No, yo soy un tío normal. Y creo que hay mucha más gente de la que lo dice que tiene este tipo de inquietudes y sentimientos dentro. No vengo aquí a cambiar nada. Igual este tema tocó la fibra de la gente porque destacó entre otros que dicen menos.

—Su historia habla de un chaval que graba una canción en su habitación y, de repente, se convierte en número uno. ¿Eso es correcto?

—Correctísimo.

—Pero, una vez que estalla todo, aparece la plataforma Acqustic y se empieza a cuestionar el éxito, reduciéndolo a una cuestión de «influencers», SEO y dinero.

—Me hacen mucha gracia todos esos comentarios. Acqustic es una discográfica independiente que apareció cuando yo tenía un par de canciones fuera. Firmé un contrato de distribución de cinco temas, el mismo que firman muchos músicos que empiezan. Una cosa supernormal. La canción se promocionó como lo hace Sony o Warner con sus artistas. En verano se viralizó en TikTok y eso se aprovechó. Pero fue algo que se generó de manera orgánica. No hemos inventado nada.

—En la industria había mucha gente boquiabierta viendo cómo podía replicar algo así. ¿Se puede?

—No sé, imagino que habrá quien lo quiera replicar ahora. Ojalá supiera cómo hacerlo yo otra vez, pero me parece imposible [risas].

—¿Cómo asimiló lo ocurrido?

—Fue una época que no recuerdo con mucha alegría, la verdad. Resultó muy agobiante. De repente, te llamaba mucha gente, aparecían números desconocidos en tu móvil, la gente te escribía... Resultó todo muy confuso y desagradable, tengo que reconocerlo.

—¿Lo desbordó la situación?

—Nada te prepara para algo así. De repente, estoy con Santi, mi mánager, al que quiero mucho, y me cuenta que aparecen propuestas. No voy a decir los nombres de los artistas, pero ya te venían con hacer un remix de la canción. Y luego no sé qué. Y ahora tenemos que ir no sé adónde. Ahí fue cuando el éxito de Si no estás me superó completamente y no lo pasé nada bien. Me fui de Madrid. Volví a A Coruña un tiempo para desconectar y que me dejasen en paz. Quería esperar a que se calmase todo para poder funcionar otra vez. No fue nada agradable.

—«Me hace daño si me miran así», cantó en «Lo que queda de mí».

—La saqué después de esto. Recoge todo lo que estaba sintiendo en ese momento. Lo puse ahí, en una canción. Y ya está.

—Por un lado, está la celebración del éxito y, por otro, recrearse en la idea del artista venido a menos. ¿Se vio en medio de eso?

—Sí y no. Por parte de la gente de mi alrededor, no. Ellos tenían muy claro, y yo el primero, que esto es una cosa excepcional, que probablemente no se va a repetir. Sabíamos que iba a bajar y que había que trabajar, sacar canciones, hacer discos y giras, que es como se construye una carrera. Ahora no tengo la atención de antes, pero estamos muy contentos. Antes te venían esos artistas internacionales para hacerte remezclas. Tú les decías que no, pero que podíamos vernos para crear algo juntos nuevo, y ya ni contestaban. Es decir, querían el éxito rápido. Luego, también apareció por ahí algún artículo hablando del «incomprensible fracaso de Íñigo» que me hizo mucho daño. Llevaba dos meses sin hacer nada, sin sacar una canción y me ponían ya como un ejemplo de fracaso.

—¿Se sintió muy cuestionado?

—Sí, realmente sí. Además, es algo que me pasa únicamente en España. Este año hice una gira de presentaciones en Europa y veía que me recibían con los brazos abiertos, pero aquí había eso. No es todo el mundo, pero siempre había ciertas personas que se dedicaban continuamente a menospreciar y a poner en duda lo que estaba haciendo. He aprendido bastante a pasar de las cosas que no tienen sentido. Lo peor ya pasó, que era al principio, cuando no sabía de qué iba todo. Ahora ya sé qué gente te dice las cosas con criterio y ganas de ayudar y la que lo hace para hacer daño.

Íñigo Quintero
Íñigo Quintero

—En sus próximos conciertos aparecen Londres, París, Berlín, Bruselas y Lisboa. ¿Qué gente le va a ver fuera de España?

—Pues no lo sé. La verdad es que yo estoy muy sorprendido con ello. Cuando me proponían hacer la gira, yo le decía a mi equipo: «¿Estáis seguros?». Porque yo, antes de salir, iba con mucho miedo. Este año hicimos esa pequeña expedición en abril que citaba antes, con presentaciones que eran gratis. Todas salieron genial. Incluso en algún sitio hicimos una doble actuación de las solicitudes que había. ¿El público? Hay de todo. Mucho español que está viviendo fuera, pero también gente originaria del país. E, igualmente, hay mucha gente que es de Latinoamérica, que está por Europa. Había de todo, pero, por ejemplo, ya te digo que en París actualmente me escuchan más que en Madrid.

—¿En serio?

—Si vas a los datos de Spotify, así lo indica. Es muy sorprendente.

—En Galicia iba actuar en el Morriña Fest, pero se canceló por una enfermedad. Sigue inédito.

—Bueno, toqué, antes de todo esto, alguna vez en conciertos pequeños. Pero lo haré el año que viene en A Coruña, en Inn Club [8 de marzo]. Es una sala a la que fui muchas veces para divertirme. Cuando me propusieron varias opciones, yo dije: «Vamos a esta». Le tengo cariño a ese sitio.

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«Estar nominado a los Grammy Latinos, para mí, es un éxito y algo que me motiva mucho»

El pop a piano y con tendencia a la balada de Íñigo Quintero remite, en lo clásico, a The Beatles. También, en el presente, a Coldplay. Y, en España, podría emparentarse con figuras como Pablo López. «A los Beatles los he escuchado desde pequeño. Mi padre me los ponía un montón, y claro que tienen que estar ahí como influencia. Coldplay también me gusta mucho. Pero esos son grupos de otra galaxia. Me parece hasta mal que me comparen con ellos. Como referencia sí que pueden ser el tipo de grupos que escucho», dice.

—¿Cómo empezó a componer?

—Tuve un profesor de piano en una escuela de música de A Coruña a la que iba, que también hacías cosas de producción musical. Me metió el gusanillo y empecé a aprender cómo se grababa desde casa, que hoy en día es bastante sencillo. Eso me animó a hacer mis propias canciones. Tenía muchas ideas, pero nunca las terminaba. Era algo que hacía de cuando en cuando. Curiosamente, Si no estás fue la primera canción que terminé completamente. Cuando la tuve preparada, la subí a las redes.

—La lógica del mercado diría que debería tener ya un elepé de debut. ¿Cuánto lo sacará?

—Pues para el año que viene. Estoy componiendo ahora mismo. Llevo varios meses que no he sacado nada. Me he dedicado a hacer música y juntarme con cientos de personas. En principio, a principios del año que viene, antes de la gira, ya estarán listos los primeros adelantos del disco. Espero que, luego, antes de terminar el 2025, ya esté el álbum editado.

—Opta en los Grammy Latinos al premio de artista revelación. ¿Qué supone para usted?

Estar nominado para mí ya es un éxito de por sí. Absolutamente. No me lo esperaba para nada, la verdad. No sabía ni que iban a dar los nominados cuando se hizo público. Porque, vamos, es que ni se me pasaba por la cabeza estar ahí. Estoy supercontento y agradecido de que se hayan fijado en mí. Además, es algo que me motiva mucho. El hecho de pensar que hay gente, que tiene ya una trayectoria y que sabe de música, que se ha detenido en mi proyecto porque ve algo me gusta. Valoran no solo una canción, sino un proyecto en general. Para mí es todo un empujón.

—¿Va a ir a la gala a Miami?

—Sí, claro.

—¿Con qué expectativas?

—Con expectativas de nada. Estar ahí ya es un éxito y una alegría enorme para mí.