Rod Stewart convirtió el repaso a su trayectoria en una fiesta de rock

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Gonzalo Barral

El británico triunfó ante un público entregado en el Coliseum de A Coruña

15 dic 2024 . Actualizado a las 23:52 h.

El Coliseum de A Coruña se citó ayer con un pedazo de la historia del rock. El recinto multiusos que desde los noventa hacia esta parte acogió a artistas mayúsculos como Van Morrison, Paul Simon, Frank Sinatra, Neil Young, Iron Maiden y los Ramones, entre otros, puso otra cruz ayer en las casilla de un gran mito. Rod Stewart —el icono mod de los sesenta, el roquero majestuoso de los setenta y la superestrella pop de los ochenta— se subió al escenario. Miró. Sonrió. Y venció con un público que estaba totalmente entregado de antemano.

Tal como viene haciendo en los últimos años, se mostró como lo que es: un superviviente de la edad dorada del género imbuido por el espíritu de Las Vegas. El británico vino a hacer show y dar espectáculo y, respaldado por una robusta banda elegantemente uniformada, lo logró. Los que deseaban el rugido del 71 se quedaron en casa o se tropezaron con las frustración de no encontrar lo que buscaban. Los que acudieron, gozaron de un artista que a sus 79 años (casi 80) se encuentra estupendamente. Tanto que es capaz de lucir una americana de piel de leopardo a juego con los vestidos de sus coristas sin que a nadie le entren las ganas de salir corriendo.

Arrancó el concierto con Infatuation, una de sus piezas de mediados de los ochenta. La retroalimentación con lo que llegaba de la pista y la grada convirtió todo en una fiesta desde ese inicio. Era el primer tema de un recital en el que se cumplió el guion. A estas alturas de la película no hay mucho margen a la improvisación. Y, tal y como estaba previsto, abundaron las versiones. Sonaron, entre otras, lecturas de temas como el It's a Heartache de Bonnie Tyler, el Having a Party de Sam Cooke y The First Cut is the Deepest de Cat Stevens.

Sorprendentemente, no hubo visitas a la época de los Faces como estaba siendo norma en sus últimos pases, aunque por supuesto hizo un variado un picoteo por algunos de los hits más célebres de su carrera: Baby Jane, Forever Young, Young Turks, Maggie May y, como era de esperar, ese Da Ya Think I'm Sexy? final lanzando balones de fútbol a la audiencia. Le siguió en el bis Sailing y, aunque parecía que iba a cantar otra, no volvió a salir incumpliendo su promesa inicial de dos horas de recital. Finalmente, duró una hora y 45 minutos para un público que pedía más

Esta actuación se enmarcaba dentro del Gozo Fest, el ciclo que durante este año trajo a Galicia a artistas como Ed Sheeran y Queens Of Stone Age, Maná y Armin Van Buuren entre otros. Para el 2025 ya se han anunciado en A Coruña los recitales de Franz Ferdinand, Lenny Kravitz, Alanis Morissette y Lionel Richie. En Vigo, actuará Anastacia.