El estado de Raphael, tras conocerse que padece un linfoma cerebral: «Necesita tranquilidad»

La Voz REDACCIÓN

CULTURA

Raúl Terrel | EUROPA PRESS

Su hijo Manuel Martos ha asegurado que se encuentra bien y que sigue con el tratamiento

09 ene 2025 . Actualizado a las 11:57 h.

Poco se ha sabido del estado del cantante Raphael desde que recibiese el alta el pasado 27 de diciembre. Tras pasar la Nochebuena y la Navidad hospitalizado, el artista abandonaba el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, acompañado por su familia y con una amplia sonrisa para sus seguidores. Lo hacía además con diagnóstico: el intérprete de Yo soy aquel o Escándalo padece un linfoma cerebral, un tipo de cáncer para que el que, según comunicó el centro sanitario, ya estaba «recibiendo un tratamiento específico».

Ahora, tras despedir el año y pasar los Reyes ya con los suyos, uno de sus hijos, Manuel Martos, ha sido quien ha actualizado cómo se encuentra su padre. Discreto, como siempre, el hijo pequeño del artista de Linares ha asegurado que se encuentra «muy bien» y que la prioridad de su padre es volver a los escenarios, después de haber tenido que cancelar los conciertos previstos para los próximos meses. Con todo, Manuel Martos ha insistido, en declaraciones a los micrófonos de Europa Press, que el artista, de 81 años «necesita tranquilidad, estar bien, bajar el nivel porque lo importante es lo importante», explicó. También añadió que al de Linares no le falta el optimismo. «Está muy bien de ánimo» y ha confirmado además que continúa con el tratamiento ambulatorio. «Es muy buen paciente», explicó su hijo.

Un final de año complicado

Fue el pasado 17 de diciembre cuando saltaron todas las alarmas sobre el estado de salud de Raphael. El cantante tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital Clínico San Carlos de Madrid desde el Teatro Príncipe Gran Vía de la capital donde estaba participando en el especial de Navidad de La revuelta. Durante la entrevista con David Broncano, el cantante empezó a encontrarse indispuesto. «Raphael pasó un mal rato. Estaba un poco descolocado», explicó a las pocas horas el presentador de La 1.

Con todo, Emergencias se desplazó al teatro y trasladó a Raphael a un centro sanitario donde estuvieron realizándole pruebas durante diez días. Desde el primer parte médico se descartó que el intérprete andaluz hubiese sufrido un ictus, pero que en todo caso se iban a buscar las causas de ese episodio que había sufrido.

Tras confirmar la familia que se encontraba estable, su equipo empezó a cancelar sus compromisos musicales inmediatos, dos conciertos en el WiZink Center de Madrid, además de la gira Victoria 2025, que le iba llevar a actuar en puntos como la República Dominicana, Costa Rica, Puerto Rico o México.

Fue el 26 de diciembre cuando se confirmó el diagnóstico: Raphael padece un linfoma cerebral. «Presenta un linfoma cerebral primario con dos nódulos cerebrales en el hemisferio izquierdo que justifican los síntomas neurológicos que presentó hace unos días», decía el parte médico del hospital. «Se ha iniciado tratamiento específico para esta patología que continuará de forma ambulatoria».

 Pendiente de su salud

El cantante Raphael fue operado en el 2003 por causa de una cirrosis. El andaluz tuvo que se trasplantado del hígado por sus problemas con el alcohol. «Me bebía una, luego dos... y dormía como un lirón, toda la noche, y al otro día podía cantar como los ángeles, bien descansado, pero claro, me estaba pudriendo un órgano vital», reconoció el artista un día antes de su último susto en El hormiguero, de Antena 3. Desde ese momento, su vida dio un giro de 180 grados. En ese mismo programa aseguró estar atravesando un momento «fantástico».

Además, es conocida en el mundo de la industria musical española la disciplina y el extremo cuidado que Raphael pone en su salud desde esa complicada operación. «Hay que pasar varios días sin hablar, de terapia. Es como saber respirar bien. La voz no sufre y está cuidada para cuando la necesitas. Es clave cuidarla. Pero no solo cantando, también hablando. Por ejemplo, el hablar por teléfono es malo. Sin embargo, con el móvil puesto en manos libres no es malo. Al contrario», explicaba en una entrevista a La Voz en el 2022. Respecto a la extensión de los conciertos, que superan las dos horas y media pese a que en su entorno le recomendaban reducir repertorio, decía en el 2023: «Yo me cuido muchísimo, pero no en el número de canciones. En lo demás soy muy estricto. Soy una persona que no bebe, que no fuma y que no trasnocha, que es lo peor. No reduzco canciones. Tengo la inmensa suerte de contar con verdaderas joyas en mi repertorio. Y el público tiene derecho a escucharlas todas».