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Una Blancanieves latina, Israel y Gaza, enanitos hechos por ordenador... Las polémicas que han llevado a Disney a limitar la «premiere» de su película

P. V. LA VOZ

CULTURA

Fotograma de «Blancanieves»
Fotograma de «Blancanieves» DISNEY

El estudio solo permitirá a los reporteros gráficos y a los propios miembros del equipo de Blancanieves acceder a la alfombra roja de la primera proyección del largometraje en Hollywood

12 mar 2025 . Actualizado a las 17:39 h.

Queda solo una semana para que la versión en imagen real de la que fue la película de animación más importante de la Walt Disney, Blancanieves, llegue a los cines. Pero la historia de la primera princesa Disney, su malvada y celosa madrastra obsesionada con la opinión de su espejito mágico y los siete enanitos que apoyan a la heroína no ha empezado con buen pie por una ristra de polémicas que ya han llevado a una drástica decisión por parte del estudio cinematográfico: a su premiere en Hollywood asistirán solo reporteros gráficos y los propios miembros del equipo.

Disney ha decidido limitar el número de asistentes a la primera proyección del largometraje, que tendrá lugar en el Teatro El Capitán y al que acudirán las dos protagonistas, Rachel Zegler y Gal Gadot. Pero será una alfombra roja deslucida, en la que no tendrán cabida los abundantes medios de comunicación que suelen cubrir un evento de esta magnitud. No habrá, en esta ocasión, reporteros para entrevistar ni al elenco ni a los creativos involucrados en el filme.

La insólita decisión de Disney, que supone un tiro en el pie a la promoción de la película a punto de empezar su recorrido en cines, viene motivada por varias controversias en las que se han visto involucradas tanto Gal Gadot como Rachel Zegler y también por alguna decisión creativa del filme en imagen real

Rachel Zegler, una Blancanieves latina y luchadora

Ya viene siendo tradición en los últimos tiempos la polémica por la cuestión racial y étnica en los cástings de los personajes clásicos. La elección de Rachel Zegler, que tiene ascendencia latina por parte de madre, para el papel de Blancanieves motivó muy pronto las críticas de ciertos sectores reaccionarios y tradicionalistas de la ciudadanía estadounidense. No fue una sorpresa, después de lo sucedido tras la elección de Halle Bailey, de ascendencia afroamericana, como Ariel en La sirenita

Según muchos espectadores, no tenía sentido, dado el nombre del personaje, que la protagonista no tuviese la nívea piel que se le supone a la protagonista. Rachel Zegler se defendió argumentando que los relatos primigenios de la princesa explicaban el apelativo de Blancanieves a haber sobrevivido cuando era un bebé a una tormenta de nieve. «El rey y la reina decidieron llamarla así para recordarle su resiliencia», explicó en una entrevista a Variety, y rechazaba categóricamente, además, blanquearse la piel para la película. 

Además, también avivó las críticas de los fans más tóxicos cuando criticó el comportamiento del príncipe en la versión animada de 1937. «Literalmente acosa a Blancanieves», denunció, prometiendo además que en este caso no sería el galán quien salvaría a la princesa. «No va a estar soñando sobre amor verdadero; sino sobre ser la líder que sabe que puede ser», afirmó.

La polémica de Israel y Gaza se cuela en la película

Sumado a todo esto, alrededor de las dos protagonistas de la película revolotea también la cuestión de Gaza. Gal Gadot, que interpreta a la Reina Malvada, es israelí. Y, como tal, nunca ocultó su defensa férrea a su país de origen en el conflicto con Palestina, criticando a los activistas que clamaban contra el fin del conflicto y de las atrocidades cometidas por el Gobierno hebreo. «Nunca imaginé que en las calles de Estados Unidos, y de distintas ciudades del mundo, veríamos a gente que no condena a Hamás, sino que celebra, justifica y vitorea una masacre de judíos», dijo en un apasionado discurso en la cumbre anual de la Liga Antidifamación de Nueva York.

Su compañera de rodaje, Rachel Zegler, sin embargo, ha optado por la posición política contraria. Y en alguna ocasión ha publicado mensajes con el lema de «Palestina libre» en sus redes sociales. 

Y también ha sido muy activa en su crítica a Donald Trump y contra quienes habían hecho posible su victoria. «Ojalá los que apoyan a Trump, los que lo votan y el propio Trump no conozcan jamás la paz», publicó en un mensaje de Instagram. Lo borró días después y se disculpó ante quienes se habían podido sentirse ofendidos.

Críticas por los estereotipos negativos sobre el enanismo

La decisión creativa de crear a los siete enanitos con CGI también ha tenido su miga. El estudio, para evitar ofender al colectivo, optó por no contratar a actores reales y representarlos como criaturas creadas por ordenador.

Una forma en teoría políticamente correcta de resolver el entuerto que no ha convencido a nadie. El actor Peter Dinklage, conocido por su papel de Tyrion en Juego de Tronos, criticó la hipocresía de los responsables del filme por ser tan progresistas como para elegir a una mujer latina como protagonista, pero, en cambio, continuar haciendo «una maldita historia retrógrada sobre siete enanos que viven juntos en una cueva». «¿Qué diablos estás haciendo, hombre?», se preguntó, «míralo desde la distancia y date cuenta de lo que estás haciendo».

Y en contra, otras personas con acondroplasia se pusieron en contra de Dinklage, pero también de la decisión creativa de la película. Hay actores enanos que sueñan con estar en una película importante como este remake de Disney, y ahora, porque Peter Dinklage diga esto nos van a privar de ello por intentar ser progresistas, explicó el luchador profesional estadounidense Dylan Mark Postl, «estos son papeles hechos para actores de mi estatura, ya que yo no puedo optar por papeles de Harrison Ford o George Clooney».