Jefe, que hoy llego tarde

DEPORTES

30 may 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Según una encuesta realizada por www.monster.com , aproximadamente dos de cada diez españoles se ausentarán de sus trabajos para poder seguir en directo los partidos del Mundial. Para el viejo continente, los choques se disuptarán por la mañana, lo que hace incompatible lo laboral y lo futbolístico. Pero la consulta, realizada en trece países europeos, también entierra algún tópico. El balón derrumba el mito estajanovista germano. Los alemanes se erigen como los más predispuestos a mentir y a aducir enfermedad para escaquearse . El porcentaje de los seguidores del «es que estoy muy malito» es del 40%. Algunos no necesitan ni buscar excusa porque se llevan el balompié al tajo. Un 11% de los españoles asegura además que no intentará quedarse en casa, porque afirma que no será necesario solicitar el día libre porque podrá empaparse de fútbol televisado en la oficina y sin complejos. Pero lo que aquí o en Alemania intenta conseguirse mediante tratados de la picaresca autóctona, en otros países se convierte se logra de forma legal y se convierte en una costumbre institucionalizada. Los funcionarios brasileños tienen autorización de su presidente para cambiar sus horarios en función de los choques de la canarinha . Fernando Henrique Cardoso aseguró que, cuando jueguen los de Scolari, la franja laboral podrá pasar a ser de 12 a 19 horas. El Congreso de Guatemala estudia retrasarla dos horas para que los potenciales espectadores «no lleguen desvelados». Y eso que su combinado nacional ni siquiera se ha clasificado para disputar la Copa del Mundo. Italia es un caso aparte. El presidente de la provincia Catanzaro, en Calabria, se ha sacado de la manga la «pausa del Calcio» para que los empleados públicos puedan ver los encuentros en una pantalla gigante. A cambio, los trabajadores recuperarán el tiempo perdido después de que finalice el torneo. Las empresas transalpinas también contribuyen a fomentar la pasión por los azzurri . En el Mundial de 1990, Fiat permitió a sus 100.000 empleados salir cuatro horas antes. Este año Pirelli instalará televisiones en sus 17 fábricas y Siemens garantiza a sus asalariados que podrán disfrutar de los choques de su selección por Internet. Todo sea por ver triunfar por fin a un equipo italiano después del descalabro continental de sus clubes. Romario no necesita privilegios. El propio delantero ha confesado que realizará un esfuerzo extra para seguir los choques de Brasil y alegrarse (o no) con sus victorias. Empatará el regreso de sus habituales juergas nocturnas con los encuentros. Y aquí, lástima de huelga general. El 20 de junio no se disputa ningún encuentro. No pudo ser.