BALONCESTO / ACB
09 jun 2002 . Actualizado a las 07:00 h.La ACB patas arriba. El próximo jueves comienza una final inédita al mejor de cinco asaltos: Unicaja y Tau de Vitoria, un par de protagonistas que, por separado, ya acariciaron el título en una ocasión -el primero cayó en 1995 ante el Barcelona y el segundo sucumbió de forma sorprendente frente al Manresa, en 1998-, pero que en esta ocasión, y ésa es la gran novedad, han llegado a la fase decisiva por el impulso de una cierta lógica, una especie de confirmación de las alternativas más sólidas al poderío de los dos grandes club del fútbol español. Eso sí, sobre el parquet sólo habrá cuatro jugadores nacidos en España. Un lustro después de perseguir con ahínco un hueco en la élite, uno de los dos proyectos más ambiciosos y constantes del baloncesto español -Málaga y Vitoria- estrenará su palmarés en la Liga española. Desde la creación de la ACB, en el año 1983, será la segunda final sin que uno de los protagonistas sea el Barcelona o el Real Madrid. El único antecedente, la que disputaron Tau y Manresa en el 98. Si en el fútbol español mandan los técnicos autóctonos, en la ACB el dominio lo ejercen los yugoslavos. Maljkovic, en el Unicaja, e Ivanovic, en el Tau; dos amigos, el maestro y el aventajado discípulo frente a frente. Un par de entrenadores de fuerte personalidad y capaces de sacrificar la brillantez de las estrellas por el juego colectivo. Tres españoles en el Unicaja -los júniors de oro Berni Rodríguez y Carlos Cabezas, y el catalán Francisco Vázquez- y uno -Sergi Vidal- en un Tau que ha apostado por el baloncesto argentino. Eso sí, apelando a siempre a las esencias de un baloncesto de hierro y basado en un mínimo de nueve jugadores en cada partido. En el caso de Bozidar Malkjovic: Cabezas y el francés Sonko (bases); Bullock, Vázquez, Gurovic y Berni Rodríguez (aleros); y Abrams, Phillip, el francés Frederic Weiss y Kornegay (pívots). En el de Dusko Ivanovic: Elmer Bennett y Corchiani (bases); Foirest y los argentinos Noccioni y Hugo Sconochini; y los pívots Tomasevic y los también argentinos Oberto y Scola. Un duelo internacional por todo lo alto.