Irlanda puede ser el escollo. El equipo de Mick McCarthy logró su objetivo de ganar a Arabia Saudí (3-0) y probablemente se enfrentará a España en octavos de final si el conjunto de José Antonio Camacho consigue un empate o un triunfo ante Sudáfrica.
11 jun 2002 . Actualizado a las 07:00 h.La fogosidad inicial de los irlandeses, otra vez apoyados en su fútbol de extra de entrega y déficit de toque, encontró un premio rápido en el gol de Robbie Keane. Los vencedores impusieron su juego a base de balones directos de los centrales a los extremos. Los árabes, tímidos en ataque y pesados en defensa, tardaron tiempo en adaptarse al ritmo del partido, aunque mediado el primer periodo la diferencia no eran tan sustancial. La entrada de Quinn en sustitución de Harthe tras el descanso fue toda una declaración intenciones. Kilbane bajó al lateral y Duff al centro. La apuesta permitió que los irlandeses recuperaran terreno justo cuando Alemania inauguraba el marcador ante Camerún. El tanto de ese partido volvió a serenar el juego de Irlanda, que en una acción aislada, a balón parado, marcó el segundo gol. Y el choque finalizó con un nuevo tanto en aras de la tranquilidad verde . Tres puntos más para McCarthy, que no echa de menos al otro Keane.