José Antonio Camacho, seleccionador del combinado español Acaba de concluir el entrenamiento de la selección, el último que realizará en Ulsan si mañana cae en octavos de final ante Irlanda. José Antonio Camacho, todavía sudoroso, se sienta en un sillón y se acomoda. Buena señal, parece que tiene ganas de hablar. Se presenta relajado y sonriente -cómo cambian las victorias el carácter de algunas personas- y aclara que no tiene ninguna prisa. «Esto es como la consulta del médico. Venga pregunta», dice mientras se incorpora, cruza las manos y mira de frente a su interlocutor. Ya está listo.
14 jun 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Los tres triunfos consecutivos de la selección en la primera fase tranquilizan a cualquiera, y José Antonio Camacho no iba a ser menos. -Y si no se gana a Irlanda, ¿qué pasará con Camacho? -Dije que si no pasábamos a octavos me iba seguro. Ahora lo hemos conseguido, así que ya veré lo que hago. -O sea, no sería un fracaso. -¿Se ha fijado cómo está el fútbol?, con Argentina y Francia en la calle. Si perdemos, lo que yo querría es que la gente disfrutara con lo que hemos hecho. Tenga en cuenta que los objetivos logrados hasta ahora son históricos. Hemos sacado adelante el primer partido después de 52 años y hemos ganado tres partidos, algo que no se había hecho nunca en un Mundial. -En cualquier caso, la oportunidad es única. -Para nosotros, el Mundial empieza ahora. Si fallamos, a casa. -Si se pasara a cuartos, le puede tocar Italia en el cruce, que ha atravesado serias dificultades. -Aquí no hay rival pequeño y menos Italia. Además siempre seré respetuoso con el rival, porque históricamente en España hemos sido irrespetuosos, y así nos ha ido. -Que significa que Argentina y Francia hayan caído a las primeras de cambio. -Que esto está muy igualado. Y si en el último Europeo Francia pasó a cuartos al ganarnos por penaltis y luego fue campeón, ahora no ha tenido esa suerte. -¿Se devalúa el Mundial con estas dos ausencias? -No, porque los títulos se ganan en el campo, aunque se esperaba que las dos llegasen más arriba. -¿Eso es lo que hizo en el descanso frente a Paraguay, cuando España perdía 1-0? -Sólo les dije que si corregíamos algunos errores, ganábamos seguro. ¿Qué errores? Las pérdidas de balón. Se corrigió y ganamos, porque con el balón en los pies somos muy peligrosos y es muy difícil que alguien nos venza cuando disfrutamos con el balón. -¿Era sincero cuando decía que le daba igual Alemania o Irlanda en octavos de final? -Lo que buscaba cuando dije eso era la clasificación. Irlanda, Alemania y nosotros somos los equipos más competitivos del mundo. Y los irlandeses, una de las selecciones más en forma. -¿Qué recuerdos tiene de los partidos contra Irlanda? -Que siempre nos ha costado muchísimo ganarle. Siempre ha sido por la mínima o nos han ganado ellos. Es un equipo constante, de brega, de orden, que no se cansa y que cuando le regalas algo, se lo queda para toda la vida. Y encima ellos nunca te dan nada. Desde luego, no es ninguna perita en dulce. -La dolorosa eliminación en la pasada Eurocopa seguro que ha servido de experiencia para los futbolistas y el técnico. -Claro. Pero los seleccionadores estamos sujetos al estado de forma en el que llegan los jugadores. -¿Le ha sorprendido en este Mundial el estado físico de sus hombres? -Están mucho mejor que en la Eurocopa. A un jugador le puedes convencer de que puede hacer algo, pero si las piernas no le responden, adiós. --¿Está teniendo España esa pizca de suerte que le ha faltado en otras ocasiones? -¿Suerte? El otro día Sudáfrica llegó dos veces y nos hizo dos goles. Lo que pasa es que antes se venía con otra mentalidad y ahora los jugadores han venido dispuestos a ganar todo. -Por lo que estoy apreciando en los entrenamientos, le desquician las pérdidas de balón . -Es lógico. En este Mundial hemos sorteado muchos balones. En la primera mitad ante Paraguay, nada menos que 21. Ese es mi caballo de batalla. -Algunos de sus jugadores aseguran que cuando Paraguay se adelantó no temieron por el resultado. ¿Cómo se consigue esa mentalidad? -¡Uff! Eso hay que trabajarlo. Hay que mentalizar al futbolista día a día. A los habituales hay que decirles unas cosas y a los menos habituales hay que convencerles de que forman parte de un colectivo. -En Corea del Sur, las apuestas colocan a Brasil y a España en la final. -Paso de eso. Seguro que no aciertan.