Camacho no sigue. El seleccionador español da la espantada cuando él mismo había sugerido que continuaría después del recién finalizado Mundial de Corea y Japón. Ayer anunció su marcha. El día anterior había presentado su dimisión ante el secretario general de la Federación, Gerardo González (el presidente Ángel Villar se encontraba en vuelo de regreso desde Tokio).
02 jul 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Su convocatoria a la prensa levantó la alarma. Nadie convoca a los medios para decir que las cosas siguen igual. Efectivamente: «La vida tiene etapas y la mía ha terminado», se arrancó José Antonio Camacho. «Tengo 47 años y esperar dos más hasta la próxima Eurocopa y cuatro para el Mundial es mucho tiempo, necesito la inquietud del trabajo diario», argumentó. Antes de viajar rumbo a Corea, José Antonio Camacho adelantó que si España fracasaba se iba. Y nadie ha hablado de fracaso, sólo de conminación arbitral a la derrota. Por lo tanto, su razonamiento del «ciclo cumplido» no sonó creíble. ¿Quizá el arbitraje? ¿Quizá la indolencia de Villar tras el atraco ante Corea? ¿Las críticas a los cambios contra Eire tal vez? «No busquéis lo que no hay», atajó Camacho. Ahora, Iñaki Sáez, preparador de la sub-21 será el recambio interino propuesto por la Federación, mientras se busca en el mercado nacional de entrenadores un nombre de más empaque. El propio Camacho estará en breve en el escaparate de la Primera División: «Egoístamente hubiera sido más fácil haber seguido y esperar, y cuando me llegar una oferta interesante, decir hasta luego», señaló el de Cieza. «Ahora no tengo equipo, y no pienso, ni mucho menos, en el Real Madrid, hay un amigo, que es como un hermano, Del Bosque», concluyó. Reacciones A Villar, la dimisión de Camacho le pilló con el pie cambiado. Obsesionado por su cargo como vicepresidente de la Fifa, Ángel Villar ni siquiera estaba en España cuando su pupilo abandonó el barco. En la misma rueda de prensa, el bilbaíno manifestó su tristeza. «Agradezco su trabajo, cogió la selección en un momento muy difícil y la ha subido a un gran nivel, siento muchísimo que nos deje», apuntó el presidente de la RFEF. En el mundo futbolístico, los jugadores lamentaron la decisión del de Cieza, especialmente los considerados apuestas personales del seleccionador en el Mundial. Es el caso de Joaquín. «Me coge de sorpresa porque en el Mundial lo veía muy contento -manifestó el bético-; le estoy muy agradecido». También lo estará Luque, la sorpresa en la convocatoria final de España. El del Mallorca pidió respeto para Camacho, alegando que «sus razones tendrá». El guardameta Contreras, otro incondicional de Camacho, calificó la dimisión de su seleccionador como «una gran pérdida». «Durante el Mundial no dijo nada, y tampoco sé si ya lo había decidido», expuso. El deportivista Valerón le deseó «lo mejor por ser un gran entrenador». «Nunca pensé que lo haría», confesó. Desde el Celta, Juanfran le dio las gracias públicamente por confiarle la banda en varios partidos, y mostró también su sorpresa. «Apostó por mí y eso no se olvidará nunca».