El estadio de Balaídos es uno de los que históricamente peor se le ha dado al Mallorca en sus enfrentamientos ante equipos de Primera División, ya que nunca han ganado en Vigo. Los campos del Valencia, el Deportivo y el Osasuna, son los otros dos en los que la escuadra balear jamás ha conseguido un triunfo. En los ocho enfrentamientos ligueros, el Celta les ganó cinco y empataron tres. Tampoco le ha ido bien al rival en los encuentros de Copa del Rey que se han repetido en dos ocasiones en los últimos cinco años. El Mallorca ha perdido en seis de sus últimas siete visitas a Vigo, desde su último ascenso a Primera División en 1997. Un gol de Eggen le dio el triunfo al Celta en la temporada 1997-98 en la Liga, mientras que Mostovoi y Moisés subieron el 2-1 final en el de Copa del Rey ese mismo año. Partido memorable La siguiente temporada, la primera de Víctor Fernández en el banquillo céltico, se jugó uno de los partidos más espectaculares que se vivieron en Balaídos. Ambos se jugaban el liderato y acabó ganando el Celta por 4-2 después de remontar por dos veces un marcador adverso. Karpin (2), Djorovic y Revivo fueron los autores de los goles. Karpin fue el verdugo de los baleares al año siguiente. Catanha y Djorovic lo fueron hace dos temporadas, cuando también se midieron en la Copa, con dos tantos de Gustavo López y uno de Cáceres. El año pasado fueron Edú y Catanha los que le dieron el triunfo a los celestes. En los duelos entre ambas escuadras ha habido algunos de mucha tensión entre los jugadores, que se llevó después a las gradas de Son Moix.