El delantero rossonero suma siete goles en los tres partidos de la Liga de Campeones, los dos últimos en el Olímpico de Múnich batiendo a Oliver Kahn.
02 oct 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Una de las primeras lecciones de geografía asegura, como regla nemotécnica, que Italia es la bota de Europa. Gagliano del Capo es el tacón, pero Calabria ya no es la punta. Cambian los mapas. El extremo de la bota se llama Filippo Inzagui. El delantero del Milan le ha declarado la guerra a todo el continente, y lleva ventaja. Siete goles en tres partidos de la Liga de Campeones. Un par al Lens en San Siro, tres al Dépor en Riazor y, esta semana, otros dos a Oliver Kahn en el Olímpico de Múnich. Marca goles con la insolencia de un niño pequeño (y lleva 42 en competiciones europeas). Quizá porque, pese a sus 29 años, es un crío grande. No oculta que le encanta la Nutella , Mickey Mouse es su personajes favorito y no cambiaría el mejor manjar «por el tiramisú que hace mi madre». Antes de apodarse Pippo (Goofy en italiano, por su estilo desgarbado), sus más cercanos se referían a él como Peter Pan. Pero la inocencia se vuelve amenaza cuando el de Piacenza pisa en verde. Ahí aparece su otro apodo, el halcón del área , el del cerebro calculador proporcionado por su diploma de contabilidad, el agresivo hombre nocturno de la noche de Cerdeña, Ibiza o la Costa Azul con olor a Calvin Klein. Dice que entonces, cuando se viste de corto, sólo tiene un fallo: «el fuera de juego», reconoce. Y así en toda su carrera, desde que debutó en Primera División con el Parma y, posteriormente, con el Atalanta y el Juventus. Pero hay un tercer rostro de Pippo Inzaghi, a caballo entre la ternura familiar y el odio que despierta en los porteros, es el Pippo ligón. Cuando se presenta a una nueva interlocutora no dice su nombre, ni su profesión, ni su edad. Arranca siempre con la misma fórmula: «Hola, qué tal, estoy soltero». Y no tiene prisa por casarse. Su hermano Simone, jugador del Lazio tres años más joven, ya está comprometido. Pero Filippo, mientras, comparte su presencia en los periódicos deportivos con el papel couché . Si en Europa marca un gol cada 91 minutos, cambia de novia cada pocas semanas. Y todas conocidas en Italia. Actrices, modelos, strippers , e incluso la hija del entrenador de la Juve, Marcelo Lippi. Es el conquistador de Europa, con goles y con glamour , con sus regates y con su perfume Contradiction , con remates y con su Alfa Romeo 166. El «9» del AC Milan es el delantero de moda. Y el soltero de oro.