Después del conflicto suscitado con Javier Irureta en los últimos días y una vez que La Voz hizo públicos sus excesos nocturnos, Diego Tristán dio ayer la cara para explicar su parecer acerca de ambos conflictos.
07 nov 2002 . Actualizado a las 06:00 h.El futbolista algabeño insistió en separar su vida privada de la profesional, alegando que la primera no interfiere en nada en su rendomiento como jugador del Deportivo. «Nunca he hablado de mi vida privada ni lo haré, porque me parece ilógico. Lo único que quiero es salir, jugar y marcar goles como hice el otro día contra el Racing», explica el punta blanquiazul. Por ello Tristán sostiene que su única preocupación es «tranquilizar» a una afición a la que «nunca he fallado ni le fallaré», toda vez que asegura que dispone de «total confianza por parte del club». Sin llegar a desmentir ni un instante las acusaciones vertidas por este diario, el pichichi de la pasada temporada insistió una y otra vez en que no habla de su vida privada, admitiendo que quizá ésta esté estrechamente vinculada a la pública, pero explicando que «sólo hablo de fútbol y de mi profesión». Y es que a cada cuestión acerca de temas extradeportivos, Diego respondió con un regate tan bueno como los que hace en el campo. Así contestó a la pregunta de si pensaba cambiar sus hábitos: «Siempre he sido el mismo futbolista y es a lo que voy. Dentro del campo siempre he sido igual y voy a seguir siendo el mismo», aseguró. Llegados a este punto, el algabeño aceptó el reto de hablar de su estado físico: «Me encuentro bien, pero me falta el ritmo de los partidos». De igual forma, se reafirmó en las declaraciones del pasado lunes, asegurando que «no fueron ofensivas para nadie» y dio por zanjada su disputa con Irureta: «Hemos hablado, está todo arreglado y no quiero hablar más del asunto». Por esta racanería verbal tampoco quiso confirmar si había hablado estos días con los responsables del club, de los que dijo tener «su total confianza»