El Málaga mereció algo más que un empate sin goles ante el AEK de Atenas después de noventa minutos en los que los locales dominaron el juego, controlaron el balón y crearon ocasiones, pero que, unas veces la mala suerte, y otras el acierto de Hiotis bajo palos, lo impidieron. El Málaga controló el encuentro a lo largo de toda la primera parte en la que llevó la iniciativa, mantuvo el balón, pero no supo concretar las numerosas ocasiones de gol de que dispuso. Durante el primer período el AEK tan solo disparó dos veces a la puerta de Contreras. En la segunda parte el Málaga, pese a dominar, se estrelló repetidamente con la una sólida y eficaz cobertura visitante. Pese a merecer algún tanto que le hubiera dado la victoria le fue imposible y el conjunto griego pese a ser dominado tuvo dos clarísimas ocasiones de gol que llevaron el susto a la grada de La Rosaleda. A falta de un minuto para el final, un centro del Valcarce fue rematado de cabeza por Dely Valdes rozando el poste. Ambos equipos continúan sin perder un partido en competición europea, pero el Málaga salió sabedor de su superioridad y con la difícil papeleta del partido que le espera en Atenas.