La final de la Liga de Campeones se convierte en un homenaje al concepto italiano del fútbol.
27 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Europa parirá un campeón después de un embarazo no deseado. Juventus de Turín y Milan jugarán la final que nadie quiso. Los dos grandes del fútbol italiano llevarán a Old Trafford el derbi del catenaccio . Toda una declaración de principios en el duelo entre clubes más importante del mundo. De este modo, Italia se toma su particular vendetta sobre las críticas vertidas hacia el fútbol practicado por sus equipos durante la presente temporada. El último partido de la Liga de Campeones mostrará los matices existentes en un modo de concebir el fútbol desde la defensa. Por un lado, el Juventus. El campeón italiano tiene la oportunidad de hacer doblete gracias a un juego exageradamente conservador si logra alzar una Copa que no levanta desde hace siete años. Sólo en dos ocasiones los bianconeri fueron los mejores del continente. La primera de ellas, en la desgraciada final de 1985 ante el Liverpool, en estadio belga de Heysel. Su rival milanista es el segundo club más laureado de la Copa de Europa, tras el Real Madrid. La última, fue a costa del Barcelona, hace nueve años en Atenas. Para recuperar el tronío, los de Silvio Berlusconi apostaron por un teórico equipo de toque. Aunque comenzaron la temporada arrasando, se fueron desinflando y abandonando la idea inicial para volver al miedo por el juego de ataque. Esta indecisión será su seña de identidad en la cita de esta noche. El Juventus llega a la final después de haber sido líder de grupo en la primera liguilla y tras haber ejecutado al Deportivo (en la segunda), al Barcelona (en cuartos) y al Real Madrid (en semifinales). Por su parte, el Milan dominó las dos fases previas y apeó al Ajax de Amsterdam y al Inter de Milán. En resumen, veintiún goles a favor para los rossoneri y treinta para los bianconeri . Además, esta puede ser la Champions de la gloria para muchos de los participantes. Lo dijo Rui Costa y lo ratifican las estadísticas. Diez jugadores ya han ganado el preciado torneo, pero uno de ellos, Clarence Seedorf, puede ser el primero en obtenerlo con tres equipos diferentes (antes, levantó la Copa con el Ajax en el 95 y con el Madrid en el 98). Y Ancelotti, el cuarto en estar entre los mejores de Europa como jugador y como técnico. Sólo Miguel Muñoz, Trappattoni y Cruyff pertenecen a este exquisito grupo. Dudas en ambos equipos Precisamente, el entrenador milanista deberá solventar sus problemas con los lesionados para intentar formar un once lo más parecido posible al que habitualmente configura. Tomasson está recién operado y sus dos porteros, Dida y Abbiati, han tenido percances físicos, pero los casos más preocupantes son los de Inzaghi (recién recuperado de una fascitis plantar) y el veterano Alessandro Costacurta, con un golpe en un muslo propiciado por su compañero Kaladze. Marcello Lippi, por su parte, no podrá contar con la estrella de su equipo, el checo Pavel Nevded, sancionado. El italiano asegura que ya tiene decidido el sustituto, que podría ser Tudor o Camoranesi. La diferencia de planteamiento entre ambos es que el Milan formará con un centro del campo ligeramente más ofensivo, con Pirlo y Rui Costa como hombres talentosos. Inzaghi y Shevchenko serán los arietes. Del Piero y Trezeguet serán los del Juventus, que tendrá en su experimentada defensa (aunque no menos veterana que la milanista) los cimientos de su juego. En el banquillo de ambos equipos, nombres como Rivaldo, Redondo o Di Vaio. Claro que, todos ellos, sacrificados en beneficio del equipo.