La segunda plaza de Córcega hace a Carlos Sainz líder del mundial

A. Briano CÓRCEGA

DEPORTES

JEAN-PAUL PELISSIER

Aventaja en tres puntos a sus perseguidores más inmediatos

19 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Carlos Sainz, con su Citroën Xsara WRC, finalmente lo consiguió, y superó en la última especial a su máximo rival en el Rally de Córcega, el belga François Duval (Ford Focus). El tiempo que marcó el madrileño en la última especial le permitió subir hasta la segunda posición en un rally ganado por el noruego Petter Solberg (Subaru Impreza). Este resultado de Sainz en Córcega le coloca líder del Mundial de pilotos con 61 puntos, mientras que tras él se sitúan, empatados a 58, Solberg y Burns. Su compañero de equipo, Sebastien Loeb, que finalizó decimotercero, fue el vencedor de las cuatro especiales de la tercera etapa, y en la clasificación de pilotos es cuarto con 55 puntos. Sin duda el tiempo inestable, con carreteras mojadas, parcialmente húmedas y sobre todo muy sucias en otras partes, favorecieron la remontada de Solberg en la segunda etapa, confirmando el noruego la supremacía de los Pirelli en estas condiciones. Carlos Sainz llegó a la última manga del Córcega en tercera posición, a 4,5 segundos de Duval, que era segundo, y a 22,4 de Solberg. El madrileño sabía que el piloto de Subaru era inalcanzable en las condiciones en que se encontraban las carreteras corsas, pero al finalizar el primer bucle de dos especiales, Sainz estaba a una décima del segundo puesto, y decidió que era el momento de arriesgarse para luchar por los dos puntos que separan la segunda de la tercera posición. Gomas lisas Sainz fue el único piloto que montó neumáticos lisos para seco, y en la primera de las dos especiales que cerraban la prueba sólo pudo ser undécimo, cediendo diez segundos al belga de Ford. Todo parecía perdido para la lucha por el segundo puesto, pero aún quedaban los 31 kilómetros de Pont de Calzona-Agosta, última especial del rally, y ahí Sainz marcó la diferencia. Fue tercero en el tramo, por detrás de Loeb y Gronholm, pero distanció a Duval en 16 segundos, ascendiendo al segundo puesto y consolidando el liderato en el Mundial. Sainz no mandaba en una general de rallies desde San Remo en 1998. En aquella ocasión ganó Makinen la prueba y, al finalizar, Sainz tenía 50 puntos, frente a los 48 de Makinen y los 42 de Collin McRae.