
El francés Zinedine Zidane, actualmente en el Real Madrid y antiguo jugador del Juventus, figura entre los citados por la Fiscalía turinesa para testificar en el proceso que se sigue contra los antiguos empleados del club italiano Antonio Giraudo y Riccardo Agricola por el presunto mal uso de fármacos. Junto a Zidane fueron citados, para una audiencia fijada para el próximo 19 de diciembre, los jugadores Nicola Amoruso (Módena), Roberto Baggio (Brescia), Filippo Inzaghi (Milan), Angelo Peruzzi (Lazio) y Attilio Lombardo, actual entrenador de los juveniles del Sampdoria. Todos ellos militaron en el Juventus. El polémico caso estalló tras las declaraciones del entrenador checo Zdenek Zeman en julio de 1998. «El fútbol debe salir de las farmacias», había afirmado el por entonces técnico del Roma durante una entrevista que removió los cimientos del Calcio al evocar las imponentes musculaturas de los jugadores turineses. Las audiencias se producen dentro del proceso que se sigue contra Giraudo, administrador delegado del cuadro turinés, y Agricola, jefe de los servicios médicos, por los presuntos delitos de dopaje (suministro inapropiado de fármacos) y de fraude deportivo en su estancia en el club, entre julio de 1994 y septiembre de 1998. Durante las investigaciones, los expertos encontraron en el botiquín habitual del Juventus hasta 281 tipos de medicinas diferentes. Para la Fiscalía la situación está clara: los dirigentes han cometido fraude deportivo, punible en virtud de la ley de 1989 sobre las apuestas clandestinas. El fiscal quiere demostrar que los jugadores de la Juve tomaron sustancias no permitidas para mejorar sus prestaciones durante esos años y no como tratamiento de cura. Al igual que algunos de sus compañeros en la Juve aquellas temporadas, Zidane reconoció abiertamente que en el club italiano se tomaban fármacos como la creatina. «Tomaba creatina en el Juventus, pero no era una sustancia prohibida porque no es dopante», señaló en unas declaraciones en enero del pasado año. Ya en pleno proceso, durante la última audiencia, Gianluca Vialli afirmó: «Tomaba eso para estar más tranquilo, era sobre todo un efecto psicológico».