España mantiene intactas sus esperanzas de conquistar por segunda vez la Copa Davis. Carlos Moyá salvó una peligrosa situación tras el tropiezo de Juan Carlos Ferrero ante Lleyton Hewitt en el primer partido de la final que se desarrolla en el Rod Laver Arena, de Melbourne Park. Lleyton Hewit, ahora segunda raqueta australiana, derrotó en el primer encuentro a Juan Carlos Ferrero (1 de España) por 3/6, 6/3, 3/6, 7/6 (0), 6/2 en tres horas y cuarenta nueve minutos. Después, Carlos Moyá (2 de España) se impuso al gigantón Mark Philippoussis (1 australiano) por 6/4, 6/4, 4/6, 7/6 (4) en tres horas y catorce minutos. Lo imprevisible puede ocurrir en el tenis. En este caso, que las segundas raquetas superen a las primeras. Lo cierto es que España sigue en la lucha. La jornada de cierre se prevé cargada de emociones con esos dos partidos considerados de alto riesgo para sus protagonistas por la repercusión de su desenlace. Mark Philippoussis se enfrentará a Juan Carlos Ferrero (no se cruzaron nunca en Copa Davis, aunque el valenciano tiene dos victorias en otros tantos partidos) y, como colofón, Carlos Moyá contra Lleyton Hewitt. Jugaron ocho veces, con cinco triunfos del mallorquín y tres del de Adelaida. En la Copa Davis coinciden por vez primera. Lleno total en el Rod Laver Arena, un escenario impresionante por su estructura, pero con una pista reseca y con zonas en las que comienza a florecer la arena. Tras un sorprendente arranque, con la interpretación del himno republicano de Riego en lugar de la Marcha Real, se inició una auténtica batalla desde el fondo de la pista con dos verdaderos lanza-misiles. Ferrero y Hewitt no se contuvieron. Dieron rienda suelta a sus impulsos y se enzarzaron en un intercambio de acciones cargadas de dinamismo y potencia. Ferrero fue muy diferente al desganado que disputó el Masters. En esta oportunidad ofreció el más alto nivel de su juego. Hewitt necesitó cinco sets para doblegar al español. Ferrero sólo se hundió a partir de igualar a cinco juegos en la cuarta manga; ahí desapareció de la pista. El australiano ganó los siete del tie break de forma consecutiva. El quinto set fue un paseo para el austriano y un calvario para Ferrero. Hasta que apareció Moyá. Al igual que en Málaga, frente a Argentina, el mallorquín rozó el cielo con su juego de ataque. Apoyado en un gran servicio, Carlos Moyá destrozó a un Mark Philippoussis torpón: 6-4, 6-4, 4-6, 7-6 (7/4). El australiano, un especialista en hierba, sólo pudo tomar aire con el apoyo de su público en el tercer set, pero pero cedió en el tie break de la cuarta manga, tras 3 horas y 14 minutos de partido. De este modo, el mallorquín obtuvo su primera victoria sobre césped en Copa Davis, en 22 partidos individuales disputados y consigue un punto de una importancia fundamental para mantener las esperanzas españoles hasta la última jornada de la gra final.