Radomir Antic, técnico del Celta, reconoció ayer que en la víspera del partido ante el Málaga tomó la decisión de no contar con tres futbolistas.
26 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.El técnico serbio dejó sin aclarar los motivos y remitió al club para recibir más información sobre el tema. Varias emisoras apuntaron los nombres de Pinilla, Cáceres y Contreras como los futbolistas que la noche antes del partido liguero cometieron una falta muy grave de indisciplina que motivó su expulsión del hotel en el que se encontraban concentrados. Estos tres jugadores se quedaron fuera del banquillo ese día y curiosamente los dos primeros, Pinilla y Cáceres, ya se habían visto involucrados en la supuesta juerga denunciada en su día después del partido ante el Betis en Sevilla. El entrenador céltico sólo comparece en rueda de prensa de forma puntual una vez por semana. Ayer ante la gravedad de los hechos hizo una excepción. La primera pregunta le cuestionaba si en la víspera del partido expulsó a tres futbolistas de la concentración y contestó. «Hubo tres jugadores con los que no conté ese día por mis motivos de los que no voy a decir nada más. Para cualquier otra información sobre el tema preguntarle al club». A continuación la pregunta que se le hizo fue si la expulsión de estos tres futbolistas se había producido a altas horas de la madrugada y respondió de forma lacónica. «No lo sé, no voy a entrar en detalles». Hace sólo tres semanas se había destapado una presunta juerga en Sevilla, en la noche posterior al partido con el Betis, en la que estuvieron implicados varios miembros de la plantilla. Al técnico se le interrogó sobre si esta reiteración con tantos problemas de orden interno se le había producido anteriormente en su larga carrera como entrenador. «La verdad es que no, pero es parte de la vida y cuando tengo que tomar decisiones lo hago con tranquilidad y tratando de que sean razonadas. Defendiendo mis criterios como profesional». La situación por la que atraviesa el equipo vigués hace que Antic haya tenido que tomar una postura menos drástica de lo esperado cuando en su día se había anunciado que iba a sacar el látigo para controlar posibles desmadres. «Quiero lo mejor para el Celta. No podemos entrar ahora en una dinámica de hipótesis. Siempre tomo mis decisiones y todo lo que he hecho es a favor del club y para que deportivamente salgamos adelante».