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Shevchenko, Balón de Oro

Toni Silva REDACCIÓN

DEPORTES

MICHAEL SOHN

Obtuvo el galardón por delante de los barcelonistas Deco y Ronaldinho

13 dic 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

El Balón de Oro del 2004 habla italiano con acento del Este. Shevchenko se ha hecho con uno de los galardones más prestigiosos del fútbol europeo, el que otorga la revista France Football , y en cuyas apuestas ya aparecía en los últimos años. El delantero se impuso en la votación final con un total de 175 puntos a los azulgrana Deco (139) y Ronaldinho (133), segundo y tercero respectivamente. De forma sorprendente, el francés Thierry Henry (Arsenal) se tuvo que conformar con la cuarta posición, con sólo 80 puntos, a pesar de que su entrenador, Arsene Wenger, había llegado afirmar en las últimas horas que sería un «escándalo» que no recibiera el premio. El delantero ucraniano se ha hecho merecedor del trofeo después de relegar a Inzaghi a la suplencia en uno de los mejores equipos del mundo, el Milan. Su protagonismo se ha multiplicado en el ejercicio que está a punto de cerrarse. Sus goles siempre han contribuido a algo más que a una victoria de su equipo. Así, suyo fue el tanto que terminó con la imbatibilidad del inspirado Barcelona. El pasado mes de agosto reventó la Supercopa de Italia con un hat-trick ante el Lazio. Este año, el ariete ha alcanzado los cien goles en la Primera División italiana (136 en todas las competiciones). «Cien son muchos goles, muchísimos, pero espero seguir y no parar aquí, tengo muchas metas en mi cabeza y quiero lograrlas», dijo después del partido ante el Siena. El excelente estado de Sheva ha llevado a su entrenador Carlo Ancelotti a reconocer una excesiva dependencia del ucraniano: «Digamos que por ahora trabajamos sólo para él, pues es el único que marca. Va bien así». Desde Chernóbil Antes de aficionarse al fútbol, Shevchenko tuvo que hacer frente a una catástrofe. Junto a su familia, tuvo que trasladarse de la impronunciable Dvrkivshchyna, donde nació el 29 de septiembre de 1976 (comparte jornada de cumpleaños con el presidente del Milan, Silvio Berlusconi), a la costa debido al desastre de Chernobil. Allí se empeñó en ser futbolista. Se salió en todas las categorías en las que jugó, inflándose a marcar goles, hasta que el Dinamo de Kiev se fijó en él. No tardó en debutar en el primer equipo con 17 años. Bajo la dirección de un mito del fútbol patrio, Valery Lobanosky, Sheva explotó como futbolista. Junto a Rebrov hizo temblar a los porteros de su Liga y de la Copa de Europa. En junio de 1999 se hizo oficial su fichaje por el Milan, todo un orgullo para él y para su país. Al Dinamo le dio cinco títulos de Liga y dos Copas de Ucrania, además de los 21 millones de euros que tuvo que desembolsar Berlusconi para llevarse a ese joven de 24 años que estaba aprendiendo italiano antes de llegar a la capital lombarda. Ya en Maranello, asombró por su sencillez y su disciplina. Además, los goles le acompañaban. Se convirtió en el primer extranjero de la historia que en su primera temporada en el Calcio lograba el galardón de pichichi . Con 28 años, quiere jugar un Mundial con su selección. Ése es su sueño. De momento, Ucrania va líder con cinco puntos de ventaja sobre Dinamarca.