
El bilbaíno Llorente fue autor de cuatro de los tantos
14 jun 2005 . Actualizado a las 07:00 h.La selección española propinó la paliza del día a Chile, a la que goleó por 7-0, en un partido en el que el equipo de Iñaki Sáez dominó a un rival con un jugador menos durante toda la segunda parte y logró así su segunda victoria en el Grupo C de Mundial Sub 20, además de asegurarse la primera plaza de esta primera fase. El combinado chileno probó en sus carnes el mismo correctivo que aplicó el pasado sábado ella a Honduras, pues si entonces marcó siete tantos al conjunto centroamericano hoy recibió los mismos tantos del conjunto español. Chile salió muy brava y pronto volvió a exhibir, como hiciera ante Honduras, su velocidad y calidad de medio campo hacia adelante por mediación de José Fuenzalida, Ricardo Parada y Matías Fernández, aunque tras la estampida inicial de los cinco primeros minutos su juego se calmó. Estaba preocupado en la previa el seleccionador chileno, José Sulantay, con la envergadura y peligrosidad de Fernando Llorente y, tras un aviso de Juanfran Torres, el delantero del Athletic pronto justificó esos temores al abrir el marcador a los ocho minutos tras rematar, de cabeza, un buen servicio de Jaime Gavilán. Superado el ecuador del primer periodo, la selección chilena, acuciada por el marcador en contra, se hizo con el mando del choque y empezó a asediar la meta del conjunto español, que mostraba carente de ideas y demasiado metido en su campo. Aún se les complicó más las cosas a los chilenos cuando por expulsión a Gonzalo Jara por doble tarjeta amarilla. Pese a su inferioridad numérica, Chile no se amilanó y volvió a protagonizar una fuerte salida en el segundo tiempo, pero de nuevo se repetía la historia. Una falta sacada por Cesc Fabregas era rematada de cabeza por Miquel Robusté a los seis minutos de reanudarse el choque y marcaba el segundo gol de España. Salvo algún pequeño susto, España ya manejó el partido a su antojo. Llegaba con facilidad al área del equipo suramericano y sólo faltar dar una puntilla que llegó en un jugadón de Jaime Gavilán, quien tras sortea por la banda izquierda a todo aquel que salió a su encuentro, dio el pase de la muerte que Llorente no desaprovechó. El partido estaba ganado y los goles se fueron sucediendo uno tras otro.