La falta de puntería condenó al Athletic frente a un rival gris
04 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.La pegada decidió el estreno copero del Real Madrid, que con su victoria en San Mamés acaricia ya los cuartos de final a la espera del partido de vuelta del próximo jueves en el Bernabéu. El Athletic volvió a maldecir su falta de gol y a sufrir una vez más la calidad del Madrid en ataque. Esta vez no estaba Ronaldo, pero sí otros jugadores de clase, y cuando peor lo pasaban los blancos, resolvió una gran acción entre Guti, Robinho y Beckham. El inglés culminó un contragolpe demoledor para el equipo de Javier Clemente, y aunque el Athletic fue superior en la segunda parte y tuvo ocasiones más claras, careció de fortuna en el remate. El Madrid, sin embargo, con más oficio que fútbol, no perdonó, y con su gol acabó con el partido y, prácticamente, también con la eliminatoria. La primera parte se disputó a un ritmo alto, con escaso control, pero muy atractiva, con constantes alternativas, llegadas y ocasiones, con los locales dominando en la recta final previa al descanso, aunque sin puntería. El Athletic tenía muy clara su estrategia, con gran despliegue físico y balones largos hacia el área buscando los rechaces de la defensa blanca, que aunque se mostró algo insegura salió airosa en el primer tiempo. Así, el gallego Diego López tuvo que evitar un par de goles: a Aduriz y a Julen Guerrero cuando se acercaba el descanso. El Madrid contó con Robinho muy participativo, y Guti en una posición más adelantada que la del medio centro. Él fue el jugador visitante con las ideas más claras al superar el medio campo, aunque el escurridizo brasileño también rindió a un buen nivel. Gracias a ellos, además, llegó el gol de la victoria. Asedio vasco En la segunda parte sólo hubo un equipo, el Athletic, que no dejó de insistir sobre la portería madridista. El cuadro local llegaba con mucha claridad y rapidez y el Madrid fue desbordado en defensa en varias ocasiones, sobre todo por la izquierda, donde Etxeberria volvió loco a un Raúl Bravo asustado frente al internacional. El nerviosismo madridista quedó evidenciado con las pérdidas de balón cerca del área ante un Athletic crecido, aunque no supo aprovechar sus oportunidades. Clemente, sin embargo, decidió retirar a uno de sus grandes puntales, Etxeberria, y el Madrid lo agradeció, aunque siguió sufriendo atrás. López Caro sorprendió también al quitar a Soldado y adelantar a la punta a Baptista, y fue entonces cuando el Athletic acarició el gol. Lo tuvo en sus pies Llorente, e inmediatamente después llegó la jugada decisiva entre Guti, Robinho y Beckham, con el inglés en el puesto de delantero para sorprender al rival. Fue un mazazo para el Athletic, que respondió entonces con juego duro para convertir la recta final en un duelo sin fútbol, de la que salieron beneficiados los madridistas.