
El canterano se centra en sus estudios porque duda de que pueda triunfar en el fútbol
03 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?ue su ídolo sea Michael Laudrup define el perfil del coruñés Iago Iglesias Castro (22 años), el nuevo producto de la firma Caparrós que cautivó a Riazor con un partidazo ante el Racing de Santander. Con la humildad por bandera, asegura que no ha hecho nada especial, que quizá su futuro no esté en el fútbol profesional y que no confiaba tanto en sí mismo como Caparrós. -He disfrutado del momento, pero no estoy en una nube. Sé que esto es algo efímero. -Su discurso siempre es de una humildad y una madurez sorprendentes. -No es ningún discurso. Yo no he hecho nada, y se habla de mí como si fuese algo especial. Sé cómo funciona esto. Me toca vivir un buen momento, cuando ni jugaba en el Arteixo me planteaba pasar de aquello. -¿Pensó en dejarlo? -Siempre jugaré al fútbol, porque ese placer no se pierde, pero la ilusión sí. Veía que no cumplía con las expectativas, y me decía: ''pues en Tercera, y tan contento''. -¿Y ahora que triunfa en Primera cuál es su futuro? -No sé, pero no creo que vaya a vivir de esto. Es muy difícil que mi futuro profesional pase por el fútbol. Para eso tengo mis estudios de Educación Física. Y soy el jugador más ambicioso del mundo, pero sé lo difícil que es vivir de este deporte. -Es la suerte del fútbol. Habrá jugado usted con gente brillante que se quedó por el camino. -He visto muchísimos jugadores como yo. Es la suerte... Si no llego a fichar por el Fabril, no me habría pasado esto. Y tenía opciones mejores económicamente, pero preferí un filial porque siempre apuestan por el fútbol. -¿Y qué le dicen sus compañeros en el Deportivo? -Pues tengo que agradecerles cómo se portan conmigo. Siempre llegas con algún prejuicio, y en mi caso no ha sido así. No se merecen menos de un diez. Me tranquilizan, me dicen que tenga el balón, que es lo que necesitamos, y esas frases me hacen sentir dentro del grupo cuando ni siquiera es mi equipo, cuando acabo de llegar del Fabril e intento al menos no molestar. -Contra el Santander, un gol, más el saque de esquina que valió el primero. -Y ni siquiera iba a ser así esa jugada. Estaba previsto que sacase en corto para Munitis, pero estaba muy encima el defensa, vi a Víctor solo en el primer palo y por suerte salió todo bien. -Es sorprendente la confianza de Caparrós, que le ha dado las faltas y los saques de esquina. -Y a mí también me parece sorprendente. Yo no me pondría a sacar de esquina. Resulta que llevo un mes en el primer equipo, entro en un partido que íbamos perdiendo y me da la responsabilidad de las jugadas a balón parado en ataque, que no es una broma... La verdad es que yo no confiaba tanto en mí como Caparrós.