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Ian Thorpe deja la natación «desmotivado» a los 24 años

T. Silva REDACCIÓN

DEPORTES

Desde Atenas 2004 no participaba en pruebas internacionales

21 nov 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

El nadador Ian Thorpe, de 24 años y cinco veces campeón olímpico, anunció ayer su retirada de la competición. «Tomé una decisión muy difícil, abandonar mi carrera profesional en la natación». El australiano apuntó a la «desmotivación» como causa del abandono, a sólo dos años de la que definía en los últimos meses como su mayor ilusión: los Juegos de Pekín 2008. La noticia conmocionó a todo el país, donde incluso el primer ministro John Howard, no pudo ocultar su tristeza. Thorpe no participaba en una gran competición internacional desde los Juegos Olímpicos de Atenas del 2004. Intentó regresar a las piscinas después de un 2005 catastrófico, en el que se unieron una enfermedad y una fractura en una mano. En marzo pasado tampoco estuvo en los Juegos de la Commonwealth por culpa de una fiebre. Thorpe debía participar en el campeonato nacional que arranca el 3 de diciembre. Al no hacerlo quedará excluido de la selección para el Mundial. A sus 24 años, Ian Thorpe es el deportista australiano con más títulos: nueve medallas olímpicas, con cinco de oro, y trece en mundiales, once de ellas doradas, además de tener la plusmarca mundial de 200 m y 400 m libres, aunque no ha batido un récord del mundo desde el 2002. Thorpe ganó tres medallas de oro y dos de plata en los Juegos Olímpicos de Sídney en el 2000 cuando sólo tenía 17 años, si bien oscureció su actuación al ser derrotado en casa por el holandés Van de Hoogenband, en los 200 libres. Sólo unos meses antes en los Juegos Pampacíficos, Thorpe había llegado a rebajar hasta en cinco ocasiones el crono de los 200 metros libres. Su extraordinaria progresión levantó sospechas en sus rivales. Así, el entrenador alemán Manfred Thiesmann señaló entonces que Ian era «sospechoso de dopaje», declaraciones que tuvo que rectificar. El nadador australiano respondió además con un análisis de sangre voluntario para despejar cualquier duda sobre su honradez. También muchos ven con recelo la casualidad de que el plusmarquista anuncie su retirada justo un día después de haberse sometido a un control antidopaje. Pero el mundo de la natación prefiere explicar los logros de Thorpe por las virtudes de su anatomía: mide 195 centímetros de altura, pesa 95 kilos, de los que sólo el siete por ciento puede considerarse grasa, y sus pies han sido definidos como «aletas legales», ya que calza un 56 (cosas de familia, la talla de su progenitora es 45). Otro de sus grandes momentos llegó en los Mundiales del 2003 de Barcelona, donde el Torpedo se vengó de Van de Hoogenband. Respecto a los Juegos de Atenas, acudió a ellos como villano para regresar posteriormente como el héroe que de él se esperaba. Ian fue descalificado por un error infantil en los campeonatos clasificatorios, adelantarse en la salida de los 400 libres, una pifia que dio la vuelta al mundo. Así, su puesto fue ocupado por Craig Stevens quien, con toda la presión encima, acabó renunciando en beneficio de Thorpe y, de paso, de la selección australiana, que logró el oro olímpico en la prueba de relevos. E Ian volvió a batir a su rival holandés, así como al nadador de moda, el norteamericano Michael Phelps. Aquella fue considerada la carrera del siglo. Futuro asegurado Ahora, con su vida fuera del agua, en la que estuvo a punto de no triunfar por una alergia al cloro, Ian Thorpe tiene el futuro completamente asegurado. Además de contar con su propia marca de ropa, precisó que estudia diferentes opciones para su reconversión , entre ellas la presentación de un programa en la televisión australiana. También quiere seguir ligado a la natación. «En todo caso, el dinero no dictará mi decisión», añadió ayer. Porque ha ganado 2,6 millones de dólares al año gracias, sólo, a sus patrocinadores australianos.