
Lo más destacable de un partido sin historia fue la actuación del joven Albín
10 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.El Nàstic de Tarragona consiguió una victoria por la mínima ante el Getafe, en un partido en el que ambos equipos, que no tenían nada por lo que luchar, jugaron los 90 minutos del choque a ritmo de auténtica pachanga . Se notó desde el primer minuto del choque que ninguno de los dos equipos se jugaba nada. El Nàstic de Tarragona, en Segunda División desde hace dos jornadas, y el Getafe, en mitad de la tabla y con la UEFA en el bolsillo gracias a su participación en la final de Copa del Rey, jugaron un partido de entrenamiento. Pocas cosas se vieron durante el primer acto, en el que los mejores detalles corrieron a cargo del uruguayo Juan Ángel Albín. El joven centrocampista demostró poseer una gran calidad en sus botas, que no ha podido lucir a lo largo de la temporada por culpa de una lesión al inicio de la misma. Comenzó fuerte el Getafe el segundo periodo. Dos disparos consecutivos de Manu del Moral y de Javier Casquero en los primeros instantes estuvieron a punto de inaugurar el marcador. Diez minutos después, el delantero jienense desperdició un mano a mano delante de Rubén Pérez. Incapacidad ofensiva Después del carrusel de ocasiones locales el partido se apagó por completo. Ninguno de los dos equipos fue capaz de inquietar a su rival en los restantes 30 minutos del choque. Sólo dos jugadas rompieron la monotonía y el sopor del encuentro. Una acción aislada de Irurzun, que remató a la red una falta sacada por Generelo, sirvió para mover del marcador los dos roscos. Luego, con un injusto penalti fallado por Manu, se acabó la poca emoción que ofrecieron los 22 jugadores al público madrileño, que sólo aplaudió la victoria del tenista Rafael Nadal en Roland Garros, anunciada en el luminoso del Coliseum Alfonso Pérez de Getafe. Comenzó fuerte el cuadro getafensee el segundo periodo. Dos disparos consecutivos de Manu del Moral y de Javier Casquero en los primeros instantes estuvieron a punto de inaugurar el marcador. Después del carrusel de ocasiones locales el partido se apagó por completo. Ninguno de los dos equipos fue capaz de inquietar a su rival en los restantes 30 minutos del choque. Sólo dos jugadas rompieron la monotonía y el sopor del encuentro. Una acción aislada de Irurzun, que remató a la red una falta sacada por Generelo, sirvió para mover del marcador los dos roscos. Luego, con un injusto penalti fallado por Manu, se acabó la poca emoción que ofrecieron los 22 jugadores al público madrileño, que sólo aplaudió la victoria del tenista Rafael Nadal en Roland Garros, anunciada en el luminoso del Coliseum Alfonso Pérez de Getafe.