La contrarreloj de Albi, de 54 kilómetros, fijará un nuevo orden en la general
20 jul 2007 . Actualizado a las 07:00 h.A buen seguro, la mayor parte del pelotón pensó ayer muy poco en la meta de Castres. Todos tendrían en mente la presión de la UCI sobre Michael Rasmussen, el líder de la carrera. Y muchos, sobre todo los favoritos, intentarían superar la jornada sin cometer más excesos de los necesarios. El gran grupo tenía en su agenda la contrarreloj de hoy en Albi. Excepto Txurruka, del Euskaltel, y Fédrigo, del Bouygues, que protagonizaron la escapada del día, y Tom Boonen, que logró la victoria. Boonen firmó un nuevo triunfo en esta edición del Tour. Y como Óscar Freire ya no está en carrera, esta vez el papel de segundón en el esprint final fue para el alemán Erik Zabel. Lampre y Françoise des Jeux encabezaron la caza de la escapada, pero recogió frutos el Quick Step con Boonen. Tras pasar la línea de meta, el resto de corredores respiraban aliviados. «Vaya llegadita que nos han preparado aquí. P?a habernos matao. Por suerte, no ha pasado nada. Seguro que en la crono también nos tocarán una carreteras sinuosas», señalaba Óscar Pereiro. El gallego confesaba tener ganas de contrarreloj. «Será bonito. No habrá que meter los codos con nadie. Esta jornada pondrá a cada uno en su sitio sin su equipo. Las sensaciones son buenas, pero dejémonos de hablar, vamos a intentar transmitir en la carretera lo que podamos», explicaba. José Miguel Echávarri aseguraba ayer que Pereiro y Alejandro Valverde llegan en buenas condiciones para quedar en buen lugar tras la criba. «Yo creo que estarán bien. De esta etapa surgirá una nueva general», aseguraba. La salida de Óscar Pereiro El gallego tomará la salida de la contrarreloj a las 15.42 horas. Lo hará justo después del francés Christophe Moreau. Contará con alguna referencia importante, como la de Alexander Vinokourov y Denis Menchov. Rasmussen, que partirá a las 16.18 horas, cerrará la crono justo después de Valverde. En la última contrarreloj larga del corredor de Mos en el Tour, cedió el maillot amarillo en la jornada previa al paseo por los Campos Elíseos. Pero Pereiro firmó una gran actuación. Algunos agoreros anunciaban que sería superado por Sastre en la general, pero el gallego marcó el cuarto mejor tiempo, sólo por detrás de Honchar, Kloden y Landis. Todos los pronósticos que afloran en los corrillos del Tour se sostienen sobre dos grandes pilares. Hoy, salvo imprevistos, será el día de Kloden y Cadel Evans. Y Rasmussen pagará su condición de escalador cediendo mucho tiempo. Todos afrontarán un recorrido de 54 kilómetros con salida y llegada en Albi y con un puerto de cuarta categoría. Mucho terreno para los que se desesperan en la lucha contra el reloj, como el propio Rasmussen, Iban Mayo o Carlos Sastre. Mañana, sin apenas tiempo para asimilar el nuevo orden de poder que se establecerá hoy Albi, el pelotón llegará a los Pirineos, elevados por los propios corredores y por los directores deportivos a la condición de territorio comanche de este Tour.