El español contribuyó decisivamente para que los Lakers consiguieran acabar la fase regular de la Liga como campeones de la Conferencia Oeste y candidatos al título
19 dic 2013 . Actualizado a las 22:01 h.Final feliz para la temporada regular de los Lakers. Y para Pau Gasol. Tras siete temporadas de frustraciones colectivas y, eso sí, de reconocimiento individual, Gasol se ha convertido en el primer español que se proclama campeón de la Conferencia Oeste en la NBA. Un título más honorífico que real, pero con el que los Lakers afrontarán los play off con la ventaja de campo, excepto la posible final, y que Gasol se vea recompensado después de acumular fiascos en Memphis.
Pase lo que pase, la figura de Pau Gasol gravitará inevitablemente sobre el desenlace de la temporada 2007-08; en la NBA, nada de lo que ha sucedido desde el 2 de febrero, fecha en la que se anunció su incorporación a los Lakers, ni, probablemente, el desenlace final de la Liga será ajeno al fichaje del español. Su presencia ha sido capaz de reactivar a los Lakers, hasta el punto de que en el horizonte se vislumbra un remedo de las grandes finales de la década de los ochenta entre los Lakers y los Celtics, algo que haría inmensamente feliz a David Stern, gran gurú de la competición.
Ovación del Staples Center
Ayer, a falta de dos minutos para finalizar el tercer cuarto, y con el triunfo sobre Sacramento asegurado (86-66, en ese momento; y 124-101 final), Phil Jackson decidió sentar a Gasol, el mejor sobre la pista. El público del Staples Center despidió al español con una ovación atronadora, un reconocimiento para el jugador que ha dado el impulso para que los Lakers pasaran de luchar por un buen puesto en los play off a ser candidatos al título, algo que no sucedía desde que en el 2004 se produjo el divorcio entre Kobe Bryant y Shaquille O'Neal.
Con Gasol, los Lakers son mejores. Antes de la llegada del español, su equipo ganaba casi dos partidos por cada uno que perdía (30 en 46); tras fichar a Gasol, se impuso en tres de cada cuatro (22 triunfos y 5 derrotas), ya que los Lakers perdieron cuatro de los nueve encuentros que Gasol se perdió por lesión.
Para los expertos analistas de la NBA, la importancia de un jugador como el español en un equipo que ya tenía una gran estrella (Kobe Bryant) va más allá de la aportación estadística. Gasol mantiene una producción similar a la que tenía en Memphis (18,8 puntos y 7,8 rebotes por partido), pero con menos minutos sobre la pista (de 37 a 34), además de provocar una mejora a su alrededor: Kobe Bryant anota como siempre con menos lanzamientos y Lamar Odon, el tercer vértice del triángulo mágico de Phil Jackson, ha mejorado espectacularmente sus porcentajes de tiro.
Pero no todos los que de una u otra forma se vieron implicados en el traspaso de Gasol tienen motivos para estar satisfechos. Memphis perdió a su mejor jugador y a cambio obtuvo a Kwame Brown, Aaron Mackie y Crittenton (entre los tres no alcanzan los 11 puntos de media por partido); además, el ex equipo de Gasol pierde con la misma asiduidad que de costumbre.
En una nube
«Si hace cuatro o cinco meses me dicen que hoy estaría en esta situación, no me lo creería», señalaba pocos minutos después de confirmar el título de campeones de la Conferencia Oeste para los Lakers y después de haber sido ovacionado por celebridades como Jack Nicholson, Denzel Washington, Andy García o David Beckham.
Ahora el conjunto californiano se enfrentará en la primera ronda de los play off a Dallas Mavericks o Denver Nuggets, dependiendo de sus resultados de la pasada madrugada frente a los Hornets y Grizzlies, respectivamente.
«Hemos avisado que somos un equipo duro y vamos a seguir en esa línea», agregó el español, justo antes de alejarse de los vestuarios con su inseparable iPod, a las puertas de una ocasión única para lograr su decimoquinto título de la NBA en el 60 aniversario de la franquicia. Pau lo deja claro: «Estamos preparados para lo que viene».