Alberto Contador se sitúo a cinco segundos del nuevo líder del Giro de Italia, Gabriele Bosisio. El corredor del LPR se hizo con la maglia rosa después del desfallecimiento de Giovanni Visconti, que perdió más de 16 minutos con respecto al vencedor de la etapa, Emanuele Sella (CSF). En la línea de meta, Sella sacó más de cuatro minutos al bielorruso Vasik Kiryienka y más de cinco al campeón de España, Joaquim Rodríguez, dos de sus compañeros de escapada de trece corredores lanzada desde el kilómetro trece de la primera jornada de los Dolomitas.
El escalador italiano atacó a unos 50 kilómetros de la meta, en el paso de Manghen, para abordar en cabeza la subida final. Los hombres importantes de la general esperaron hasta los últimos 3,5 kilómetros, la parte más dura de la última subida, para mostrarse. Contador y el alemán Andreas Klöden perdieron tiempo en unas rampas que ascendían hasta una altitud de 1.740 metros.
El ataque de Menchov
En esta batalla, el ruso Denis Menchov consiguió limar tiempo a sus rivales. Una decena de segundos a los italianos Riccardo Ricco y Franco Pellizotti y una quincena a Gilberto Simoni. El vencedor de la pasada edición del Giro, el italiano Danilo di Luca, perdió medio minuto respecto a Menchov, mientras que el español Alberto Contador llegó 45 segundos después del ruso. Pero Klöden fue el peor parado, ya que perdió más de un minuto respecto a Menchov.
Desafortunado en la séptima etapa en Pescocostanzo, donde se vio privado de toda posibilidad de victoria debido a un pinchazo cuando estaba en el grupo de escapados, Sella (26 años) logró su segundo triunfo en el Giro cuatro años después de su victoria en Cesena. Bosisio, que había ganado la etapa en Pescocostanzo, se enfunda por primera vez la maglia rosa de líder.
Contador reconoce que en el primer gran test montañoso no estuvo como hubiera querido. «No he tenido un buen día. Desde el primer momento ha sido una etapa dura, con dos puertos que no puntuaban, pero en los que se ha ido muy rápido. Me ha afectado mucho la alergia al principio, aunque en el penúltimo puerto ya me he sentido mejor», explicó. El madrileño comprobó que su estado de forma «no es el mejor» y cree que se debe a no haber podido realizar una preparación adecuada. «Se me ha hecho muy duro, porque había rivales que iban más fuertes, aunque lo bueno es que, a pesar de todo esto, casi no me han sacado diferencias», señaló.
El ganador del Tour dijo que, a partir de ahora, todos los días van a ser complicados. Como el de hoy, en el que se disputará la etapa entre Arabba y el Passo de Fedaia/Marmolada, con 153 kilómetros de recorrido y los altos de Pordoi, San Pellegrino, Giau y Fedaia.