El nuevo técnico de la selección llega con un nuevo manual de estilo de entrenar. Humildad, sensatez y el sentido común por bandera,
16 jul 2008 . Actualizado a las 00:12 h.El «modesto ganador» Vicente Del Bosque (Salamanca, 23-12-1950), es el elegido por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para asumir el mando del flamante campeón de Europa, rumbo al Mundial de Sudáfrica, y afrontar el gran desafío de una carrera repleta de éxitos con el Real Madrid.
Del Bosque llega a la selección española con un nuevo manual de estilo de entrenar. Humildad, sensatez y el sentido común por bandera, en un técnico que en su carrera ha impuesto su afable forma de ser en vestuarios plagados de estrellas, como el secreto del éxito profesional, plasmado con importantes títulos.
Hereda el bloque ganador diseñado por Luis Aragonés, con quien intercambia papeles, ya que el último proyecto de Del Bosque fue su experiencia en Turquía, en su caso con el Besiktas de Estambul (2004-2005). Desde entonces ha declinado todo tipo de ofertas. Su gran reto estaba por llegar y cumple un sueño cogiendo las riendas de la 'Roja'.
Dos Ligas de Campeones (2000 y 2002), dos títulos de Liga (2001 y 2003), una Supercopa de Europa (2002), una Copa Intercontinental (2002) y una Supercopa de España (2001), todas al frente del Real Madrid, forman parte del currículum como técnico de este salmantino de 58 años, elegido mejor entrenador del mundo del año 2002 por parte de la Federación Internacional de Historia y Estadística.
Su vida ha estado siempre vinculada al Real Madrid: desde la temporada 1968-69 cuando era jugador del equipo juvenil, hasta sus últimos días como técnico de la 'casa blanca' (23-06-2003). Allí, convirtió la serenidad y la templanza en sus señas de identidad.
Su brillante carrera como técnico hizo ubicar en segundo plano su trayectoria como jugador, que totalizó 441 partidos oficiales en el Castilla, Córdoba, Castellón y Real Madrid, con cinco títulos de Liga y cuatro Copas del Rey. Además fue internacional en 18 ocasiones con España, marcó un gol y disputó la Eurocopa de 1980.
Tras su retirada, el 30 de junio de 1984, se sumó como técnico en las categorías inferiores de su segundo hogar, el Real Madrid, para apadrinar grandes generaciones de futbolistas y convertirse en el referente de la cantera. En 1994 tuvo su primera oportunidad para conducir los destinos del Real Madrid tras la destitución de Benito Floro. Su experiencia se extendió tres meses, para regresar a su trabajo en la cantera madridista. Era el hombre de la casa preparado para entrenar al primer equipo cuando algo fallaba.
Del Bosque estaba llamado a ser la extensión en el Real Madrid de lo realizado años antes por Luis Molowny, que fue su gran mentor en esta misión y que muy pronto vislumbró en el salmantino a su más digno sucesor. Repitió Del Bosque en 1996 tras la destitución de Jorge Valdano, en un único partido con goleada 5-0 al Athletic en San Mamés, para luego ser reemplazado por Arsenio Iglesias. Y el 18 de noviembre de 1999 fue cuando formalmente recibió su gran oportunidad, al sustituir a John Benjamin Toshack, despedido por negarse a rectificar unas duras críticas a la plantilla.
Su condición de interino con la que asumió esta tercera etapa se transformó en cuatro años de idilio madridista, tras conquistar la octava Copa de Europa (2000).
Ni el cambio de presidente con la llegada de Florentino Pérez, el 17 de julio de 2000, pudo mover al 'modesto ganador' de su lugar.
Siempre respondió bien en la nueva política de «una estrella por temporada», que puso a prueba su calidad para manejar el vestuario y su temple para dirigir a figuras y, de paso, fomentar la cantera que tanto conocía bajo el lema «Zidanes y Pavones».
Ajeno a cualquier tipo de polémica, con una voz siempre serena y sin elevar la voz, sus declaraciones ante los medios de comunicación parecieron siempre negativos de una misma fotografía. Nunca pronunció una palabra malsonante, ni habló mal del equipo contrario, ni de los árbitros para justificar un resultado y siempre defendió a sus jugadores y al club, con el que volvió a ganar la Copa de Europa en 2002.
La búsqueda de un técnico con una «imagen acorde» al Real Madrid, provocó, en palabras de Florentino Pérez, la salida de Vicente del Bosque del equipo, que, sumada a la del capitán Fernando Hierro, puso fin a una época en la 'casa blanca', expectante ya ante la modernización con la llegada en traje y corbata de Carlos Queiroz y el mediático fichaje de David Beckham.
En el verano de 2004, tras dejar la selección absoluta Iñaki Sáez, Del Bosque apareció como una alternativa firme, pero la balanza se inclinó por Luis Aragonés.
Tras su paso fugaz y millonario por el Besiktas turco en la temporada 2004-2005, regresó a España para esperar su gran oportunidad y 'matar el gusanillo' colaborando con medios de comunicación. Desde entonces ha desechado ofertas de equipos de Primera división, de la Federación Mexicana de Fútbol tras el Mundial de 2006, se quedó a medio camino en las últimas elecciones del Real Madrid, cuando se le vinculó a Juan Palacios y José Antonio Camacho, y su experiencia en el organigrama técnico del Cádiz el año pasado fueron el preludio de su gran 'desafío nacional'.
El próximo 20 de agosto en Copenhague se inicia «la era Del Bosque» con la selección española. El 'modesto ganador' asume su gran desafió y comienza a teñir de rojo su corazón blanco.