Una decena de los análisis de orina practicados en los Juegos Olímpicos de Pekín dieron lugar a resultados sospechosos, aunque no pueden ser considerados formalmente como casos de dopaje, según indicó ayer el director médico del Comité Olímpico Internacional (COI), Patrick Schamasch. Estas muestras entrarán dentro de las que serán sometidas a nuevas pruebas.
Schamasch reconoció que algunos test hacían suponer la presencia de dopaje sin poder probarlo claramente. Los controles cuyo resultado no corresponden a los criterios estrictos definidos por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) son clasificados como negativos. «Deben de ser una decena», añadió el director médico del COI, que indicó que solo afecta a los análisis de orina y no a los de sangre.