El Polideportivo Ejido dio ayer la primera sorpresa de la ronda de octavos de la Copa del Rey al ganar por la mínima (3-2) a un Espanyol que terminó el encuentro con un jugador menos por la expulsión de Moisés Hurtado.
Fue precisamente este jugador el que abrió el marcador para los visitantes en el minuto 15 aprovechando una mala salida del portero en un córner. Sin embargo, los locales lograron darle la vuelta al encuentro con tantos de Jorge Molina y Julio, al borde de la hora de juego.
El Espanyol reaccionó y logró nivelar la contienda diez minutos más tarde, gracias a una contra culminada por Román. De poco le sirvió, ya que apenas habían pasado cuatro minutos y el Poli Ejido volvía a adelantarse por medio de Chico, que hizo un golazo desde fuera del área.
Sporting- Valladolid (3-1)
El Valladolid salvó los muebles a última hora ante el Sporting de Gijón, que había dejado prácticamente sentenciada su eliminatoria antes del descanso.
Barral, por partida doble, y Carmelo pusieron el encuentro muy de cara para los de Manolo Preciado. Mendilibar, que dispuso un equipo con muchas novedades respecto a los habituales en la Liga, no encontró ningún revulsivo en el banquillo y su equipo se vio apabullado por el conjunto local en la primera parte.
Tras el descanso, los visitantes se hicieron con el control del balón y encerraron al Sporting, pero las incursiones de Ogbeche y algún disparo lejano de Vivar Dorado no dieron frutos. Así, tuvo que ser Canobbio el que, en el minuto 90, marcara de cabeza el gol de la esperanza para el Valladolid.
Real Unión - Betis (0-1)
Un solitario gol de Damiá, tras una gran jugada personal, sirvió para dejar al Betis con pie y medio en la siguiente ronda.
Los verdiblancos se adelantaron en el minuto 12 y no se dejaron sorprender por un Real Unión que venía de eliminar al Real Madrid, pero que echó en falta un mayor despliegue físico, frente a unos visitantes que se contentaron con la ventaja y firmaron un encuentro aburrido. Los locales tuvieron la oportunidad para nivelar el partido en un mano a mano que Ricardo detuvo a Goikoetxea.