Novak Djokovic es el primer gran favorito que deja Roland Garros. El serbio, que se convirtió en alternativa a Rafa Nadal durante esta temporada de tierra batida, perdió ayer frente al alemán Philipp Kohlschreiber por 6-4, 6-4 y 6-4. De entrada, allana el camino hacia la final de Roger Federer, con el que se podía cruzar en semifinales. El suizo venció al francés Jean-Henri Mathieu por 4-6, 6-1, 6-4 y 6-4 y ahora jugará en octavos con Tommy Haas.
Campeón en Belgrado, finalista en Montecarlo y Roma y semifinalista en Madrid, donde tuvo tres bolas de partido para derrotar a Rafa Nadal, Djokovic llegó a París como uno de los jugadores más en forma. No caía en dieciseisavos desde enero, cuando perdió contra el letón Ernests Gulbis en Brisbane.
«La buena temporada de tierra solo podía darme confianza para seguir por ese camino. Me sentía bien antes del partido, pero luego en la cancha es otra historia. No puedo explicar por qué», comentó Djokovic.
El serbio se despide tras su peor Roland Garros. Debutó en el 2005, cuando le ganó en segunda ronda el entonces vigente subcampeón, Guillermo Coria. Después, cayó en los cuartos de final del 2006 y en las semifinales del 2007 y 2008 frente a un Nadal que terminó haciéndose con el título.
A Djokovic le tumbó ayer Kohlschreiber, vigésimo noveno cabeza de serie, que nunca había pasado de segunda ronda en Roland Garros y cuenta con los únicos títulos de Múnich y Auckland en su palmarés. El alemán, que ya había eliminado el jueves a Juan Carlos Ferrero, campeón en París en el 2003, se enfrentará mañana con Tommy Robredo, que venció al argentino Máximo González por 4-6, 7-5, 6-1 y 6-0.
Tras su victoria, el alemán dijo: «Pienso que he jugado uno de mis mejores partidos en un gran torneo. Puede que él (por Djokovic) no haya tenido su mejor día pero yo he hecho un trabajo realmente bueno, controlando el juego. Todo lo que hacía me salía».