Apoyará en persona la candidatura de Chicago, y el Rey impulsará la de Madrid
29 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Era el más esperado y, por fin, ha confirmado su asistencia. El presidente estadounidense Barack Obama viajará a Copenhague para defender la candidatura de Chicago de cara a los Juegos del 2016.
Con el inquilino de la Casa Blanca, el Comité Olímpico Internacional (COI) ha convertido el próximo 2 de octubre ?-día de la elección de la sede- en un acontecimiento mundial, sin nada que envidiar a las grandes citas internacionales políticas o económicas. Con la presencia de Obama en Dinamarca, los cuatro máximos mandatarios de los países candidatos estarán presentes: el rey Juan Carlos, el presidente brasileño Lula da Silva y su homólogo japonés Yukio Hotoyama
Fue el último en anunciarlo. El domingo, uno de los portavoces del Gobierno estadounidense, Robert Gibbs, confirmó la asistencia del presidente Obama al país nórdico. El líder norteamericano siempre fue un ferviente promotor de la candidatura de la capital del estado de Illinois, de donde era senador. Pero mantuvo la incógnita hasta los últimos días. La coincidencia de la elección olímpica con una importante votación sobre la reforma del sistema sanitario, impulsada por el propio líder demócrata, hacía peligrar su presencia. La Casa Blanca ya había confirmado la asistencia de la primera dama, Michelle, a la capital danesa, pero mantuvo el enigma del viaje presidencial hasta ahora.
La noticia recorrió como la pólvora en Madrid, Río de Janeiro y Tokio. Los responsables de las tres candidaturas debieron torcer el gesto al conocer la noticia. La sola presencia del líder estadounidense supone un espaldarazo fundamental a la candidatura de Chicago, diluida entre el resto de candidaturas por la ausencia de un símbolo político claro. «Estamos honrados de que dos de nuestros más ilustres residentes lideren nuestra delegación en Copenhague», aseguró el alcalde de Chicago, Richard M. Daley.
Papel decisivo
Los jefes de Estado y de Gobierno conforman un lobby o grupo de presión tan especial como decisorio. Las artes de seducción de los máximos mandatarios serán clave para arañar unos votos trascendentales. En la elección de Londres como sede de los Juegos en 2012, el entonces primer ministro británico, Toni Blair, realizó en Singapur un trabajo de pasillos excepcional para atraer el voto de los miembros indecisos y superar a París, la gran favorita. El propio presidente del COI, Jacques Rogge, reconoce la influencia de los jefes de Estado y su papel decisivo en una elección tan igualada como la actual.
Las bazas de Madrid se depositan en el Rey, cuya autoridad entre los miembros del COI es elevada gracias a su condición de deportista olímpico. Don Juan Carlos participó en los Juegos de Múnich 72 en vela.