La candidatura japonesa ha sufrido una drástica involución en el último año. Pasó en primer lugar el corte del COI con la mejor nota (8,3), pero el escaso respaldo ciudadano y la frialdad escasa implicación del Gobierno -hasta la llegada al poder hace un mes del nuevo primer ministro Yukio Hatoyama- han relegado a la candidatura nipona al ostracismo. Según los cálculos, será la primera candidata en caer eliminada.
La eficacia y solvencia japonesa se plasma en su proyecto. Las garantías financieras son absolutas y avalan la construcción de las sedes necesarias. Su amplia red de transporte público es otro punto a favor, al igual que la inigualable capacidad tecnológica del país.
El sueño de celebrar los segundos Juegos, tras los de 1964, se complica debido al desinterés de la población nipona, un aspecto muy importante para el COI. El nuevo primer ministro tratará de impulsar el proyecto, pero su figura internacional es la de menor peso en la familia olímpica de los cuatro jefes de Estado y Gobierno que han viajado a Copenhague.
El organismo olímpico también criticó que algunas instalaciones sin terminar figurasen como finalizadas en el dossier de candidatura. También el elevado tráfico de la ciudad. Por último, al igual que Madrid, la cercanía de los Juegos de Pekín, puede pasarle factura.
Lo mejor:
-Capacidad técnica y tecnológica.
-Amplia red de transporte público.
-Garantía económica.
-Valoración de la Comisión de Evaluación: alta calidad.
Lo peor:
-Escaso respaldo popular.
-Descripción de sedes finalizadas no construidas.
-Elevado tráfico en algunos puntos.
-Cercanía de los Juegos de Pekín 2008.