Justo un año después de ser operado de un tumor cerebral, Severiano Ballesteros reapareció ayer en la presentación oficial del Mundial Match Play, y demostró que mantiene el buen humor y el optimismo, aunque le hayan quedado secuelas en su brazo y en su ojo izquierdo. «Ya han pasado los peores momentos. Me encuentro mucho mejor, bastante bien. Todo va bajo par», aseguró el maestro cántabro, quien recurrió a un símil de su deporte para describir su evolución desde que le fue detectado el cáncer. «Este año lo he vivido como en los torneos, jugando entre los árboles y con dificultades. Un poco más duro, pero parecido», afirmó entre risas el histórico jugador.
Ballesteros bromeó también sobre las cualidades que ha perdido sobre un campo de golf y aventuró que «dentro de poco tiempo» su hijo Baldomero conseguirá ganarle. «Le debo seis euros y eso es una gran motivación», apuntó Seve, quien, «si todo va normal», tiene previsto asistir al Mundial Match Play que se disputará dentro de dos semanas (a partir del 29 de octubre) en Casares (Málaga).
Incluso expresó su deseo de estar presente el próximo año en el Open Británico en Saint Andrews, donde conquistó tres veces el Open Británico. Estaba previsto que compareciese tan solo unos minutos durante la presentación del Mundial, pero se explayó al responder cada pregunta que se le formuló y se mostró «orgulloso» del acuerdo firmado entre Volvo y la fundación que lleva su nombre.
También habló del golf como deporte olímpico a partir del 2016 y afirmó que «sin lugar a dudas tendrá más apoyo con los presupuestos destinados por el Gobierno, ya que hasta ahora no se favorece de ello». «También, como consecuencia de toda la publicidad que conlleva, habrá más interés por el golf en otros países», reconoció.
Con su cabeza cubierta por una gorra de la Fundación Seve Ballesteros, cuyo fin es la lucha contra el cáncer y la investigación de tumores cerebrales, el mejor golfista español de la historia anunció que próximamente presentará su organización benéfica en Inglaterra, donde es un ídolo, y confía en tener «mucho éxito».
Cinco veces campeón de este torneo, sin perder ninguna de las finales que alcanzó, también se decantó Ballesteros por la modalidad match play para los Juegos Olímpicos: «Es una modalidad especial para mí. Siempre se me ha dado muy bien». «Utilizar la fórmula del match play sería una buena idea como prueba en los Juegos del 2016, aunque la decisión no la tengo que tomar yo», apuntó sonriendo.