Presentó ayer su proyecto en la clase star para intentar subir al podio en los Juegos Olímpicos de Londres 2012
03 nov 2009 . Actualizado a las 02:55 h.Fernando Echavarri, regatista gallego de ascendencia cántabra, tomó ayer un nuevo rumbo en el mundo de la vela. Obligado por el Comité Olímpico, que suprimió la clase Tornado, en la que consiguió con el arousano Antón Paz el oro en Pekín, se embarca ahora en la clase star para hacerse con un metal en los Juegos de Londres 2012. Una decisión que supone la confirmación de que no seguirá con el que fue su pareja de regatas durante más de 10 años y con el que escaló hasta la cima de la competición. Necesitaba un compañero con más peso, que se adaptase a las características del nuevo barco. Fernando Rodríguez es el elegido.
-¿Ve factible conseguir una medalla en Londres?
-Es cierto que no tenemos mucho tiempo, pero vamos a ir a tope. Todavía hay mucho camino que recorrer. Debemos clasificar a España para los Juegos y nosotros tenemos que hacer lo propio en el ránking nacional. Durante estos dos años que faltan podremos calibrar nuestro potencial. La dificultad es máxima. Por ahora, ningún español logró un metal en la clase star.
-¿Cuáles son las principales diferencias de este barco con el tornado?
-Son polos opuestos. El tornado es un catamarán, un barco bastante ligero, mientras que el star destaca por su peso. Esta característica hace que la tripulación necesite también más kilos. Para que se haga una idea, frente a los 145 kilos que aportábamos al barco Antón y yo, ahora, con Fernando Rodríguez, tendremos que llegar hasta los 200. Esto nos obliga a una preparación física muy específica. En el apartado táctico, las regatas son más lentas y en ellas hay que depurar la técnica.
-¿Tienen ya diseñado un calendario para iniciar la preparación?
-Ahora nos marchamos a Brasil, donde disputaremos el Mundial en enero. Después regresaremos a Santander y empezaremos a combinar los entrenamientos aquí con las competiciones internacionales. También queremos pasar una temporada en el Centro de Alto Rendimiento de Vilagarcía, aunque todavía no hemos concretado una fecha para ello.
-Con este nuevo proyecto se terminan diez años de competiciones junto a Antón Paz, ¿cómo califica este período de su vida?
-Fantástico. Repleto de éxitos, de vivencias y que me ha dado una gran amistad con Antón Paz. De hecho, hoy [por ayer] lo tengo durmiendo en mi casa. Solo nos hemos apartado por las decisiones del Comité Olímpico Internacional, pero, quien sabe, quizá dentro de siete años volvamos a competir juntos.