La trágica muerte del futbolista alemán Robert Enke, de 32 años, ex jugador del Barcelona y el Tenerife y actualmente guardameta de la selección y del Hannover 96, sacudió el fútbol alemán. El jugador se suicidó, según su asesor, Jorg Neblung, al ser arrollado por un tren en las inmediaciones de un paso ferroviario del barrio de Eilvese, al norte de Hannover.
Según la reconstrucción provisional de los hechos, difundida por la policía, Enke aparcado su automóvil a unos diez metros de distancia de las vías, dejó su billetera sobre el asiento del lado del conductor y salió del vehículo sin cerrar con llave. A continuación anduvo un par de centenares de metros junto a los raíles, hasta que cayó arrollado por un tren regional.
Enke sufrió tres años atrás la pérdida de su hija Lara, de 2 años, a consecuencia de una dolencia cardíaca, que tras varias operaciones no logró superar y falleció. En mayo el matrimonio adoptó una niña de ocho meses, que aparentemente devolvió al jugador y a su mujer, Teresa, la alegría de vivir.