Verdasco arrasa en su torneo fetiche

P. A. L.

DEPORTES

El madrileño barre a Sergeyev, y Almagro y Montañés avanzan en Melbourne con victorias en cinco sets

22 ene 2010 . Actualizado a las 03:25 h.

Es verano en Melbourne y Fernando Verdasco avanza como los grandes, con autoridad. En el Open de Australia creció hace doce meses como jugador y ofreció una semifinal inolvidable frente a Nadal después de ganar la Copa Davis y alcanzar la final en Brisbane. Ahora llega de nuevo fino por su protagonismo en la final contra la República Checa y su victoria en el torneo de exhibición de Kooyong. La víctima de ayer fue el ucraniano Ivan Sergeyev, al que despachó por 6-1, 6-2 y 6-2 con toda autoridad. Con Verdasco, avanzaron ayer hacia la tercera ronda Albert Montañés y Nicolás Almagro, con sufridas victorias en partidos a cinco sets.

Verdasco se enfrentará con el austríaco Stefan Koubek, número 144 del mundo. El madrileño ganó sin desgaste, después de menos de dos horas en la pista. Con la iniciativa, y manejando el partido a su antojo, jugó ayer con un rival que nunca tuvo capacidad de respuesta.

«Sergeyev me dejó jugar. Como no tiene un saque muy potente, resulta más fácil poner más bolas en juego. Estoy contento porque he ganado con un resultado cómodo y además he jugado con más agresividad», celebra Verdasco.

El madrileño conoce bien a Koubek, su rival de mañana. «Es un zurdo, con mejor revés que derecha, que me va a dejar jugar. Su saque no es su fuerte, pero cuando le da por jugar es muy talentoso», indicó.

El camino contrario al de Verdasco lo describe Nicolás Almagro. El murciano juega con una fractura del escafoides de su mano izquierda, y ganó ayer su segundo partido en cinco sets al superar al alemán Benjamin Becker por 6-4, 6-2, 3-6, 4-6 y 6-3. Pasará a octavos si le gana al colombiano Alejandro Falla.

Derrota de Ferrer

Cabeza de serie número 31, Albert Montañés ganó en otro interminable partido al francés Stephane Robert, 104 del mundo, por 4-6, 6-7 (3), 6-2, 6-3 y 6-2. Ahora le espera el número uno, Roger Federer. «Se le puede ganar, es humano como todo el mundo», explicó el catalán. Artífice de la última Copa Davis de España, David Ferrer, se despidió ayer del Open de Australia después de más de cuatro horas de partido frente al chipriota Marcos Baghdatis, finalista en Melbourne en el 2006. Mandaba por dos sets a cero y llegó a jugar el tie break del tercero. A partir de entonces todo se le torció hasta perder por 4-6, 3-6, 7-6, 6-3 y 6-1.

Otra decepción fue la de Marcel Granollers. El verdugo de Robin Soderling perdió contra el colombiano Alejandro Falla por 6-4, 6-1 y 6-3.

Carla Suárez sobrevive

El tenis español se mantiene en el cuadro femenino gracias a Carla Suárez. La canaria ganó a la alemana Andrea Petkovic. Pero ahora le espera Serena Williams, que defiende su título en Melbourne. Igual que Montañés, espera disfrutar del partido.

En cuanto a los favoritos, la cuarta jornada del Open de Australia no deparó grandes sorpresas. Avanzaron casi todos. En el cuadro masculino, Federer ganó con autoridad al rumano Victor Hanescu por 6-2, 6-3 y 6-2 en el partido que abrió la sesión nocturna. En un encuentro de baja exigencia, ofreció momentos brillantes.

Entre los grandes, solo se dejó un set Djokovic, que ganó al suizo Marco Chiudinelli por 3-6, 6-1, 6-1 y 6-3 después de casi tres horas de partido. Campeón del Open de Australia en el 2008, jugará ahora con el uzbeco Daniel Istomin.

Poderoso en las primeras rondas, el ruso Nikolay Davydenko despachó ayer al ucraniano Ilya Marchenko por 6-3, 6-3 y 6-0. Tras el partido, habló de que quiere tener hijos, casi no sale y apenas bebe porque pesa poco... «Soy flaco. A veces mezclo con Red Bull para tener ánimos en un club nocturno o discoteca. Pero si bebo vodka me duermo enseguida», recogió ayer la agencia DPA .

En el cuadro femenino, la serbia Ana Ivanovic protagonizó la sorpresa del día al perder con la argentina Gisela Dulko por 6-7 (8), 7-5 y 6-4.