mordido
Nuevos bríos
El gol dio tranquilidad al Sevilla que paró el encuentro en busca del descanso. La segunda mitad comenzó con nuevos bríos por parte del Sevilla que tenía dos puñales en las bandas, con Navas y Capel llegando constantemente hasta la línea de fondo pero sin encontrar rematador.?El Osasuna pareció salir de los vestuarios noqueado por el gol de Luis Fabiano y no encontraba su sitio en campo, ya que sus mediocentros eran superados una y otra vez por un portentoso Zokora, el pulmón de los hispalenses. Hubo pocas ocasiones durante la segunda mitad merced al control absoluto del Sevilla que pudo cerrar el partido en los minutos finales con las llegadas de Navas y Perotti, que había sustituido al incombustible Capel, el mejor de los sevillistas. El Osasuna tuvo la oportunidad de firmar las tablas a poco del final. El central Sergio no fue capaz de resolver un barullo en el área que se había producido tras un saque de esquina y dio al traste con la única ocasión rojilla en la segunda mitad. El Sevilla tuvo que lamentar la lesión de Ferderik Kanouté durante la segunda mitad, sustituido por Romaric.
El entrenador del Sevilla, Manolo Jiménez, reconoció la «dificultad» del triunfo debido a que ha sido un partido «intenso». Aseguró que su equipo «aún tiene que mejorar» y era consciente de que el conjunto rojillo sería «difícil de doblegar», aunque el «gran trabajo» de sus jugadores permitió al Sevilla sumar los tres puntos. «Se va ganado intensidad defensiva y buscamos más solvencia para generar más ocasiones», apostilló.
Por su parte, el entrenador del Osasuna, José Antonio Camacho, lamentó la falta de puntería de su equipo para concretar las escasas ocasiones de gol. Aseguró que si el Osasuna hubiera metido algún gol el partido «estaría más abierto», si bien «era difícil puntuar aquí y ha definido la gran calidad que tiene arriba el Sevilla».