Guerra de generaciones y estilos

DEPORTES

Alonso, Schumacher y Hamilton han marcado territorio en sus equipos y en la pista, y competirán con hambre renovada

09 mar 2010 . Actualizado a las 02:18 h.

Son los tres nombres propios con más peso del mundial. Acostumbrados a marcar territorio en sus equipos y en la pista. Fernando Alonso, Michael Schumacher y Lewis Hamilton. Pilotos de diferentes generaciones y estilos. Pero con los ingredientes que, mezclados en su justa medida, conducen al trono de la fórmula 1. Ambición. Ego. Y talento sobre el asfalto. Su madera de líders será pasto de los focos el próximo domingo en el Gran Premio de Bahréin.

Alonso es uno de esos pilotos a los que les gusta pulir el monoplaza a conciencia con sus ingenieros. Ha saboreado el éxito y el fracaso de esta labor en Renault. Pero es distinto poner a punto un Ferrari con Maranello a su disposición.

El equipo italiano, que utilizó la estrategia de equipo en los repostajes para favorecer a Schumacher y a Kimi Raikkonen frente a Rubens Barrichello y Felipe Massa, ya no dispondrá de esta carta para mover a Alonso en la tabla de posiciones. Curiosamente, solo dos de los pilotos que forman parte de la parrilla del 2010 han competido sin repostar. Y son Barrichello y el propio Schumi. Puede que el asturiano no eche en falta la táctica. En sus anteriores escuderías, logró derrotar a sus rivales desde los boxes en contadas ocasiones. Fue más víctima que verdugo de esas partidas de ajedrez.

El monopolio de Bridgestone y los condicionantes en la última etapa de Renault lo obligaron a suavizar su pilotaje en la entrada en las curvas. Ahora dice que el F10 es fácil de conducir. Manejable incluso en uno de los escenarios que él domina. Sobre mojado. Porque sobre asfalto seco el Ferrari y Alonso también han formado un binomio compacto.

Retomar los «slicks»

Schumacher vuelve a aliarse con Ross Brawn. Aunque en esta nueva andadura no podrán ofrecer lecciones de estrategia en las paradas para repostar. Además, tendrá que habituarse a competir con slicks . Lejos quedan aquellos tiempos en los que colaboraba con Bridgestone para superar a Michelin.

Aunque Schumacher cuenta con la bendición médica para volver, cuando intentó sustituir a Felipe Massa en el 2009 se lo impidieron las molestias que sufría su cuello derivadas de una rotura de una vértebra. En su entorno aseguran que, a pesar del parón, se ha mantenido en forma tanto física como mentalmente para sacar el máximo rendimiento a su Mercedes.

Antes no solía temblarle el pulso. Ha cortado las aspiraciones de sus rivales con maniobras arriesgadas que llegaron a decidir títulos. Ahora tiene 41 años. Pero dicen que seguirá siendo igual de implacable, que su edad puede perjudicar levemente su tiempo de reacción, pero que su experiencia como heptacampeón pesa más en la balanza. El alemán ha cosechado más puntos en el mundial que la suma de los logrados por Alonso, Hamilton y Button en toda su carrera. Acumula más del doble de victorias en grandes premios que todos ellos. Y llega con hambre renovada.

El más agresivo

Hamilton no ha coincidido con Schumacher, pero el británico ya ha demostrado con su enfrentamiento con Alonso en McLaren que no se pliega a presuntas jerarquías. Es el más agresivo de los grandes favoritos. Si el coche lo acompaña, suele llevar la audacia hasta el extremo sin importarle el nombre o la cercanía del rival. Quizás haya templado los impulsos que lo llevaron a regalar el Mundial del 2007 a Raikkonen. Pero en el 2009 su ímpetu siguió traicionándolo. En Monza perdió el control en la última vuelta cuando iba directo al podio.

Es un piloto cuya conducción castiga mucho los neumáticos. Y este año las ruedas ya sufrirán en el inicio de carrera por el propio sistema de competición. Debido a la prohibición de repostar, los monoplazas comenzarán los grandes premios cargados con peso extra. Un cambio que influirá en los tres pilotos. En los tres estilos.