Miguel Ángel Lotina salió muy enfadado después de la derrota en El Molinón y después de su expulsión, la tercera de la temporada. El técnico se negó a dar la rueda de prensa posterior al encuentro, según tuvo que explicar a los medios el delegado del Deportivo de La Coruña. Lotina fue enviado a la grada por Rubinos Pérez en el minuto 87, por protestar con vehemencia un fuera de juego señalado a Adrián. El entrenador vasco se desgañitaba señalando que el delantero asturiano partía desde el propio campo deportivista, lo que anulaba el fuera de juego.
Por su parte, el entrenador del Sporting, Manolo Preciado, consideró que «en el cómputo global del partido, el resultado es justo», aunque reconoció que tal vez en la segunda parte su equipo tuvo «un poco de suerte». Según el técnico del club asturiano, se jugó «la mejor primera parte de la temporada, pero no se supo matar el partido, mientras que en la segunda hubo momentos, sobre todo a raíz del empate, que se perdió la compostura».
Preciado aseguró que «no hay causa-efecto en el hecho de que el árbitro señale un penalti en el descuento y las protestas tras el arbitraje de Madrid», zanjando así la jugada polémica que desequilibró el partido.