El Barça firmó una Liga casi perfecta, estableciendo el récord histórico de puntos, a uno solo del centenar, ocupando la primera plaza durante 37 de las 38 jornadas y cediendo un solo empate en su estadio
17 may 2010 . Actualizado a las 21:33 h.«Veo al Barça por el retrovisor». Aquel viaje de Casillas en pole position liguera apenas duró una semana, entre la jornada 11 y la 12. Desde que ese obrero del fútbol que es Toquero le limpió dos puntos al Barça en San Mamés hasta que el sueco más caro del mundo decidió el clásico en el Camp Nou con una de las escasas excepciones a una temporada grimosa. Antes y después de ese breve paréntesis los chicos de Guardiola mandaron en un campeonato en el que han hecho historia doméstica al tiempo que fulminaban registros, colocando el listón del título más caro de la Liga en los 99 puntos.
Hasta esas alturas les ha escoltado un Real Madrid inmenso, que ha obligado a que los culés mantuvieran siempre el pie en el acelerador, batiendo al alimón marcas de ámbito continental. Solo la apisonadora del Chelsea ha marcado más goles que los blancos -103 por 102-, y nadie ha recibido menos que los azulgrana -24 que han permitido a Valdés reeditar el Zamora-. Un duelo en la cumbre que habla del regreso al campeonato de dos (el Valencia ha acabado tercero a nada menos que 25 puntos del Madrid) y de las diferencias que la cantera de unos y los millones de ambos han establecido en España en una temporada para recordar. Guardiola no podrá revalidar el set de títulos por culpa del Inter y el Sevilla, los únicos equipos que, junto al Atlético, han hecho hincar la rodilla al Barça en partidos de enjundia.
REGISTROS ESPECTACULARES
Un solo partido perdido
Los del Manzanares pusieron la única mancha en un expediente casi inmaculado. El Barcelona acudió al Calderón en la jornada 22 con la intención abrir brecha con el Real Madrid, pero no habían pasado 25 minutos y ya estaba dos goles por debajo. El Atlético logró convertirse en la bestia negra de Guardiola, incapaz de arrancar puntos desde el banquillo en feudo colchonero (también perdió allí en la 2008-2009).
El resto de pinchazos del campeón llegaron en forma de empate. Tres de ellos, en visitas consecutivas a Valencia, Osasuna y Athletic; el penúltimo, en el duelo ante el Almería de Lillo, que volvió a apretar la Liga en la jornada 25; y el último, frente a un Espanyol que brindó nuevas esperanzas a los pupilos de Pellegrini para el arreón final.
En casa, el pleno de victorias solo se vio empañado por la visita del Villarreal, que en la jornada 16 logró igualar a un gol. La diferencia de Barça y Madrid con el resto ha sido tanta que ha logrado devolver a los clásicos una trascendencia de la que se habían visto aligerados.
LOS CLÁSICOS
Intratable para el Real Madrid
Y es en los encuentros entre los dos mejores del torneo donde Guardiola se ha mostrado intratable. Cuatro duelos contra los blancos y pleno de victorias culés. Si el 2-6 de la pasada campaña fue especialmente doloroso, el 0-2 de la actual tuvo todavía mayor importancia por cuanto esta temporada la igualdad entre los contendientes parecía mucho mayor que la pasada. El Bernabéu asistió este año, a ocho jornadas para el cierre, a una demostración táctica del técnico de Santpedor, que retocó su habitual 4-3-3 para convertirlo en un 4-4-2, adelantando a un lateral en cada parte para que ocupara la posición de interior. El Madrid apenas gozó de ocasiones.
Mucho más disputado estuvo el choque en el Camp Nou, donde un error de Cristiano impidió pescar algo a los de Pellegrini, que, curiosamente, ganó crédito con la derrota por el buen papel que hizo su equipo en territorio rival.
EL MODELO
Una cantera inagotable
Pero no solo las lecciones de estrategia hacen de Guardiola un entrenador diferente. También sustentan dicha condición las continuas irrupciones de jugadores procedentes de La Masía que acaban convertidos en estrella. Si la campaña pasada fue la de la aparición de un central formidable como Piqué, esta ha supuesto la llegada por sorpresa de un canario bajito que ha transformado en rutina lo de marcar goles en partidos clave.
Ayer volvió a hacerlo para decidir definitivamente el título. Pedro ha participado, como titular o suplente, en 34 choques ligueros, desterrando a Henry. Ha marcado doce goles y ha dado otros cuatro. Jeffren, Thiago o Jonathan auguran nuevas estrellas en el futuro inmediato.
LAS LAGUNAS
Desacierto en los fichajes
Pero, como nada es perfecto, el Barça y su técnico han exhibido una importante laguna: el desacierto en los fichajes. En verano llegaron Maxwell, Ibrahimovic y Chygrynskiy. Solo el primero, beneficiado por las ausencias de Abidal, ha estado a la altura.
El sueco, que costó entre 60 y 90 millones, según las versiones sobre el valor de Eto'o como moneda de cambio, nunca consiguió hacer olvidar al camerunés. Pese a protagonizar un arranque de campaña efectivo con varios goles en cadena, logró acumular más de cinco partidos sin marcar, racha que nunca había padecido su predecesor. Acabó la campaña condenado a ver los encuentros desde el banquillo, cediendo su plaza a un Bojan que otra vez se ha visto obligado a trabajar el doble para jugar la mitad.
Chygrynskiy fue el capricho exótico de Guardiola, a 25 millones de euros la unidad. No ha participado ni en la cuarta parte de los partidos y ha escuchado los silbidos de la grada desde su bochornosa actuación copera ante el Sevilla. Fallaron los nuevos y respondieron los de siempre. De Valdés a un Messi que ha cerrado una temporada perfecta (récord de goles en el Barça, Pichichi y Bota de Oro). Clásicos de lujo para un campeón de escándalo.