Nadal regresa al torneo cuyo título no pudo defender el año pasado y Federer persigue otro récord histórico
21 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El torneo más tradicional del tenis comienza hoy. Con Wimbledon arranca el más ceremonial de todos los campeonatos, donde los jugadores todavía visten de blanco nuclear y las vallas verdes lucen impolutas de publicidad. En la hierba del All England Lawn, Tennis and Croquet Club se premia el tenis de valientes sobre una hierba que anima a pensar en el ataque, a terminar puntos en la red. En Londres se combinan desde hoy y durante dos semanas pasado, presente y futuro ( Canal + ).
Defiende su condición de campeón Roger Federer en busca de un nuevo récord histórico. Persigue su séptimo título, una hazaña que solo consiguieron William Renshaw en los años 80 del siglo XIX, cuando el campeón solo jugaba un partido y defendía su corona en la final, y Pete Sampras, el único en conseguirlo en la era open. Pero allí también llega victorioso Rafa Nadal, coronado campeón en el ocaso de una tarde de verano del 2008, cuando el sol ya se ponía, en uno de los partidos más grandes de la historia del torneo. Porque el año pasado no pudo defender el título por culpa de una lesión.
El gran duelo del tenis actual se mueve como un columpio. Cuando uno sube, el otro baja. Si Federer vivió su gran momento la temporada pasada cuando ganó al fin Roland Garros y prolongó luego su momento con su sexto título en Wimbledon, ahora llega entre dudas. Prioriza las grandes citas y aprovecha el resto de torneos para prepararse. Pero la derrota con Soderling en París y el inesperado tropiezo ante Hewitt en Halle pondrán su tenis bajo la lupa durante las dos próximas semanas.
Del mismo modo, Nadal aprovechó las dudas de Federer en los últimos tiempos (porque hace solo medio año ganó el Open de Australia). Arrasó en la tierra con una autoridad desconocida hasta la fecha y llega a Wimbledon con una sonrisa dibujada en la boca y el número uno garantizado pase lo que pase en el torneo. Nadal viaja por la parte del cuadro de Murray, el gran referente local. El escocés es uno de los dos únicos británicos del torneo, que no disfrutará de ingleses en el cuadro masculino por primera vez desde 1977.
Con Murray, surgen como alternativas al duopolio Djokovic, Soderling, Tsonga y, sobre todo, Roddick. El estadounidense perdió ante Federer la última final de forma crudelísima, y tiene el tenis de valientes que premia Wimbledon, aunque ahora muchos esperen en el fondo.