En una historia que se reparte entre tres siglos diferentes, solo seis artistas de la raqueta ganaron más títulos que Rafael Nadal en las cuatro grandes plazas del tenis. Con 24 años, solo tiene por delante, en el palmarés individual de los torneos del Grand Slam, a Roger Federer (16), Pete Sampras (14), Roy Emerson (12), Rod Laver (11), Bjorn Borg (11) y Bill Tilden (10). Jugadores de todas las épocas y estilos, con unos registros asombrosos, y a por los que se lanza Nadal desde hoy mismo, aunque, con su elegancia habitual, evitará referirse siempre al lugar que ocupa en los libros de este deporte. Sus dos últimos triunfos, en Roland Garros y Wimbledon, suponen que dé una voltereta hacia la eternidad. Tiene tiempo para estirar sus cifras de gran campeón.
Entre los miles de ojos que seguían en la pista central de Wimbledon, en un respetuoso silencio, la segunda gran obra de Nadal en Londres, estaban los de John McEnroe. El carismático ex jugador norteamericano, en las antípodas del estilo del español, tiene desde ayer peores registros que el mallorquín en las grandes citas. Aquel zurdo genial, irreverente y protestón, ganó siete grandes, repartidos entre Wimbledon y el US Open. Con igual número de majors se queda otro actual comentarista televisivo, Mats Wilander. Para completar el Grand Slam original, al sueco, en 1988, solo le faltó el trofeo de Wimbledon, que nunca llegó a levantar.
Nadal se une ahora al selecto club de jugadores con ocho grandes en sus vitrinas. Empata con Andre Agassi, Ken Rosewall, Fred Perry, Jimmy Connors e Ivan Lendl, fenómenos que, en su gran mayoría, necesitaron carreras largas para alcanzar semejante palmarés. El caso más reciente fue el del pegador de Las Vegas, con cuyo juego guarda el español ciertas similitudes. En 1992, Agassi sorprendió en Wimbledon al imponers en la hierba, el territorio de voleadores, su chispeante velocidad para armar el resto y convertirlo en un golpe de ataque; y cerró la cuenta de grandes con el triunfo, ya con 32 años, en el Open de Australia.
Antes de Berdych, el anterior checo que cayó derrotado en la final de Wimbledon fue Lendl, que se retiró sin conseguir su gran sueño, el triunfo en la Catedral . En su palmarés se incluyen diferentes títulos en catorce temporadas seguidas.
El mismo «empuje» que Jimbo
Prolífico como pocos tenistas, Jimbo Connors estableció el vigente récord de títulos profesionales en 106, entre los años 1972 y 1989. En una entrevista con La Voz, el tío y entrenador de Rafa, Toni Nadal, fijó al estadounidense como uno de los clásicos con los que su pupilo guardaba ciertos parecidos por su «empuje». Quizá por esa garra adora el público norteamericano a Nadal. Para alcanzar sus ocho majors , Rosewall repartió éxitos entre el Open de Australia, conseguido con 18 años, y el último, que festejó con 37. Con 39 y 310 días todavía guardó talento y forma para jugar la final del US Open. De niño, le sucedió al revés que Nadal: era diestro para todo pero le enseñaron a jugar con la izquierda. No le fue mal de esa manera.
Durante cuatro temporadas, en la época de entreguerras del siglo pasado, Fred Perry fue el jugador más dominante del mundo del tenis. Entre 1933 y 1936 encadenó ocho grandes, y completó, en distintas temporadas, los cuatro títulos del Grand Slam. Una estatua le rinde homenaje en el recinto de Wimbledon, donde ayer ganó Nadal su octavo major en su cuarta final seguida (en el 2009 no jugó).