Demasiado Red Bull para Alonso

Enrique Yunta BUDAPEST/COLPISA.

DEPORTES

01 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los sábados en la fórmula 1 son de Red Bull y así lo acepta el resto, condenados a una batalla menor, ya que los días de carrera siempre sale un coche azul desde el primer cajón de la parrilla. Los bólidos energéticos, infalibles en la lucha contra el crono, llevan once de doce poles (solo Hamilton se saltó el guión en Canadá) y Sebastian Vettel, con la de ayer, ya acumula siete, las cuatro últimas de forma consecutiva.

En Hungría, circuito plagado de curvas en donde el agarre es fundamental, el dominio de los Red Bull fue abrumador, por momentos casi insultante. A más de un segundo, una distancia sideral (en Alemania fueron dos insignificantes milésimas), terminó la calificación Fernando Alonso, que sin embargo vive feliz con su tercera posición, ya que saldrá por la parte limpia de la pista, un privilegio para negociar los dos primeros virajes.

Sigue el Mundial la tendencia de Hockenheim, con dos equipos superiores confabulados para derrocar a unos empequeñecidos McLaren que no se encuentran. Hamilton, líder del Mundial, solo pudo ser quinto, por detrás de Massa; y Button, el perseguidor, ni siquiera entró en la Q3. Difícil de entender.

Red Bull pasó como un ciclón por el circuito de Hungaroring, otra liga, pero Alonso atisba un hueco desde su casilla, convencido desde el viernes de que salir justo por detrás de Vettel es mejor que hacerlo a su lado. Una rareza de la fórmula 1 que se justifica en la secuencia de las dos primeras curvas (arranca por fuera y luego gana el interior), ya que a partir de ese momento resulta tremendamente difícil adelantar aquí, casi imposible.

Subirse al tren del Mundial

A 34 puntos del maillot amarillo, recuperadas las buenas sensaciones con su triunfo germano siete días atrás, Alonso quiere irse de vacaciones subido al tren del Mundial y confirmar el renacer de Ferrari, más exigido que nunca en la salida. Tendrá que pisar especialmente fuerte porque Vettel y Webber están intratables, si bien es cierto que los domingos no responden igual.

Los acecha Fernando Alonso, el único que logró acercar mínimamente su crono, y se entiende que las órdenes de equipo irán esta vez por adelantado. ¿Atacará Webber a Vettel con el semáforo en verde o se encargará de cerrar la puerta al Ferrari? Por si acaso, todos atentos a la radio, pero el propio Alonso, asustado cuando echa un vistazo a la pantalla de los tiempos, firma de antemano un puesto en el podio.

En el otro Mundial, pues hay vida más allá del título, una agradable sorpresa, por fin, para Pedro Martínez de la Rosa. Fue noveno, como en Silverstone, e invoca al más allá para estrenar su inmaculado casillero de puntos. Por su parte, Jaime Alguersuari fue decimoséptimo y, deja de ser noticia, Michael Schumacher ni siquiera entró en la Q3.