El puerto de Rat Penat (el murciélago, en catalán) inspiraba temor en el pelotón, sobre todo en los corredores que lo habían reconocido. De hecho, un buen número de equipos fueron a verlo el día de descanso y cubrieron todo el final de la etapa. Eran solo cuatro kilómetros de ascensión, con pendientes estrechas y una bajada peligrosa.
Como sucede en muchas ocasiones, esa subida no aportó nada. Era tanto el temor que inspiraba y lo lejos que estaba de la meta que al único que le sirvió realmente de algo fue a Imanol Erviti, el corredor navarro del Caisse d'Epargne que ganaba su segunda etapa en la Vuelta a España de forma distinta a como lo hizo en el 2008, cuando se tuvo que ir desprendiendo de rivales para llegar en solitario.
Erviti atacaba en la bajada. Formaba parte de una escapada que se formó al principio de la etapa, con corredores muy alejados de la general, y que acabó llegando a meta.
El Induráin de Iriberri
Erviti, un corredor de 1,90 de estatura, al que comenzaron a conocer como el Induráin de Iriberri por su lugar de nacimiento -un apodo que no le hace mucha gracia-, es uno de los grandes rodadores del pelotón español, con un físico muy parecido al que tenía Miguel.
Con dos palancas en las piernas, le pueden bastar diez segundos de ventaja para empezar a desbrozar un camino que suele tener un final feliz.
«Mi papel en el equipo es salir a las fugas junto a Pasamontes, Chente o David López. Tanto Pasamontes como Chente podían haber estado en la escapada. La bajada era ratonera, peligrosa, la gente iba con precaución. He comenzado a bajar rápido, me he lanzado y he podido coger unos segundos», comentaba Imanol.
Corredor de equipo, de los buenos, cotizado, explicaba: «Haciendo tu trabajo bien, puedes disponer de tus oportunidades. Es complicado pero a veces el destino te da sorpresas», como la acontecida ayer en la décima etapa disputada en Tarragona.
Purito se viste de rojo
Por su parte, Joaquim Rodríguez, Purito , después de muchos días intentándolo, lograba vestirse de rojo. Le ha costado al Katusha conseguir el maillot de líder. Gracias a dos segundos de bonificación logrados en la primera meta volante de la etapa lo han conseguido: «He luchado mucho por ponerme de líder, el equipo ha trabajado muchos días. Qué mejor sitio para hacerlo que aquí, en casa», aseguró Joaquim Rodríguez.
El nuevo líder considera que «tener ventaja sobre los demás es importante. Cada segundo es válido porque en la contrarreloj lo voy a pasar mal. Hemos trabajado sin llevar el maillot de líder, ahora el objetivo es mantenerlo. Si vemos que se complica mucho la cosa y es un desgaste horrible ya lo dejaremos», afirmó el corredor del Katusha.
Sin estar disgustado, Igor Anton sí se encontraba más serio que de costumbre: «Yo sigo igual de contento, aunque siempre gusta ir de líder. La Vuelta va a entrar en su parte más dura, me están saliendo las cosas muy bien. Es cierto que me hubiera gustado mantener el maillot, pero así el equipo irá más descansado», explicó.
Por otra parte, el tercer español mejor situado en la clasificación general es Xavi Tondo. El catalán se encuentra en la cuarta posición a 44 segundos del recién estrenado líder a pesar de haber comenzado la Vuelta con problemas físicos.