Alonso acelera el paso hacia el liderato

Mariluz Ferreiro REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

Venció en Singapur, donde se retiró Hamilton, y ahora es segundo en la clasificación, a 11 puntos del primer clasificado, Mark Webber

10 nov 2010 . Actualizado a las 18:58 h.

Hace dos carreras el título era un horizonte ficticio, casi digno de un milagro. Entonces Fernando Alonso animó a Ferrari a tener fe. Y después de las pruebas de Monza y Marina Bay, el Mundial está a su alcance. El asturiano firmó en la noche de Singapur su segundo triunfo consecutivo con una actuación sólida, sin concesiones. Solo le discutió el triunfo Sebastian Vettel, que acabó en la segunda plaza. Mark Webber completó el podio y se mantiene al frente de la clasificación. Lewis Hamilton se retiró tras un choque con el australiano. Ahora Alonso es segundo y está a 11 puntos del australiano a falta de cuatro pruebas.

La carrera fue un diálogo entre Alonso y Vettel desde su arranque. Salió mejor el alemán, más rápido que el Ferrari, pero el asturiano suplió la falta de velocidad con volante. Y tapó el paso a su rival. Alonso comenzó a encadenar vueltas rápidas. Vettel, con la prudencia que le faltó en otras ocasiones, se mantuvo en zona templada. No era su sombra, pero tampoco se descolgaba. La cuestión era saber cuándo visitarían ambos los boxes para cambiar neumáticos. Y lo hicieron juntos. Ferrari calcó la estrategia de Red Bull. Entraron en la vuelta 29. Los mecánicos de la escudería dieron otra lección de solvencia y Vettel realizó una arrancada extraña debido a un fallo en el cambio. El español mantuvo su posición.

Pero la segunda parte de la carrera no fue tan plácida para Alonso. A lomos de los neumáticos duros Vettel comenzó a devorar tiempos. Tensó la cuerda y se situó a menos de un segundo del asturiano. En el tramo final el incendio del monoplaza de Kovalainen avivó la incertidumbre. Sobre el asfalto rodó la tensión hasta la última vuela. Pero nada cambió. El alemán iba más rápido, pero controló su habitual ímpetu y no llegó a atacar a su rival. Alonso, exhausto, festejó una victoria que infla las esperanzas de Ferrari.

El gran perdedor fue Hamilton. Acabó lanzando su volante por encima del coche. Dos retiradas en los dos últimos grandes premios. Esta vez chocó con Webber cuando intentaba adelantarlo. El inglés se cerró y fue embestido por el australiano. Webber, que partió desde la quinta plaza, subió al podio gracias a la estrategia y a un puñado de buenos adelantamientos. Entró a repostar en el cuarto giro, con el coche de seguridad en pista. Después fue recuperando posiciones. De no haberse encontrado con el tapón de Barrichello podría haber soñado con el triunfo. Pero Alonso y Ferrari han vuelto.