La selección española femenina llega con la mejor predisposición a los cuartos de final del Mundial, donde se medirá a Francia, el último escollo para entrar de lleno en la lucha por las medallas. Ganar a la selección francesa supone, además, superar la mejor clasificación del equipo español en una cita mundialista, dos quintos puestos en los campeonatos del mundo de Alemania 1998 y China 2002.
El equipo español llega a la cita clave con buenos síntomas, aunque hacerlo después de una derrota, ante Rusia, siempre puede tener un aspecto negativo. España es la segunda mejor triplista del mundial y la segunda mejor selección en tiros de campo, con Sancho Lyttle (19 puntos por partido) y Amaya Valdemoro (18,5 puntos) entre las tres máximas anotadoras del Mundial.
Sancho, además, es la que mejor porcentaje de tiros de campo promedia (57,9%), la máxima reboteadora del campeonato, con 12 rechaces por choque y la que más dobles-dobles ha firmado en el torneo, cuatro.
Las jugadores de José Ignacio Hernández son el segundo mejor equipo en tiros de campo y en triples, solamente superados en ambos ámbitos por Estados Unidos, el hipotético rival de semifinales si se gana.
La selección es también el segundo mayor asistente del torneo y la segunda selección que más balones roba, con 12; empatada con Japón y superada por Estados Unidos. Los datos estadísticos invitan al optimismo, pero enfrente estará Francia, la vigente campeona de Europa, que también llega tras una derrota ante Australia, 62-52, y consciente de que ante España se juega el éxito o el fracaso en el campeonato.
Endene Miyem, 12 puntos por partido y 5,2 rebotes, será la principal amenaza de las española junto a la base Celine Dumerc, la organizadora, y buena anotadora, del juego de las francesas.